Y concretamente un día como este, 30 de mayo. Sí, gracias a
todos los que hoy se acuerdan de mí con cariño. Toca saborear ese
milagro de ser querido, de importarle a algunas personas, de significar algo en
la vida de alguien… Es tan enigmático como precioso. Gracias de corazón.
Siempre tuve más amigos
De los que pude contar…
De los que pude contar…
Estoy en la sede administrativa del Vicariato, en el barrio
de Punchana, en Iquitos, la casa donde paro entre viaje y viaje, donde pongo la
lavadora, me reencuentro con mi colchón y planto mi poto en la silla un
rato. Acá está la oficina, con sus trabajadores (contador, administradora,
secretarias…) y los misioneros responsables, y sé que habrá fiesta con
cervecita, brindis, y por supuesto torta (que saben que me encanta), happy
birthday, discursos y demás homenajes. Y yo me dejaré agasajar, respiro con
pudor feliz el hecho de que quienes trabajan conmigo me aprecian, a pesar de
mis defectos; y me lo expresan a su estilo sencillo y auténticamente peruano.
Yo también nací en el 53…
El otro día recordaba que ahora hace 20 años que fui a echar
una mano a Calamonte, y aquella breve experiencia como cura de pueblo me marcó
hasta hoy … realmente hace ya bastantes años de casi cualquier cosa en mi
vida; incluso el tiempo que llevo en Perú, algo menos de 9 años, me parece
muchísimo por lo intenso, sorprendente y decisivo para mi persona.
Y jamás le tuve miedo a vivir…
Me siento enormemente afortunado y agradecido por haber
llegado a este momento, y de esta manera. No puedo evitar emocionarme y
recordar a los amigos y compañeros que también nacieron en el 70 y ya no están.
Siento que algo de mí se fue con ellos, y al mismo tiempo que un reflejo de
ellos se quedó en mí y forma parte de mi historia en marcha. Sigo sin tenerle
miedo a vivir.
No me pesa lo vivido… Hay que ver, en todo he
sido aprendiz
Me descubro satisfecho por todo lo vivido. No es que no me
pese, es que lo acojo con afecto y serenidad. Diosito me ha regalado mucho:
encuentros, lugares, circunstancias, trabajos, personas, culturas, heridas,
alegrías… Siempre, hasta ahora, me embarga el asombro en muchos instantes, y
sé que será así hasta el final. No creo que pueda dejar de aprender y
admirar.
Distinto del que soñé…
Mis sueños de más joven han sido ampliamente superados, y
de manera divergente y siempre mayor, como hace Dios. Todo está resultando
diferente a como lo imaginé, y estoy encantado con ese desborde lleno de humor
y ternura. Últimamente no me atrevo a planificar demasiado, más bien sigo
con las luces cortas porque va quedando menos tiempo.
Como tú sintiendo la sangre arder…
A pesar de los crujidos y limitaciones de mi cuerpo, noto
que mi sangre arde, que mi mente es rápida, que mi corazón late fuerte. Mi
amiga Mayte me dice que mi pasión es enorme, a veces me juega malas pasadas… y
me conoce bien. Sí, hay fuerzas para unas cuantas vueltas del río todavía.
Acá voy a estar. Gracias por compartirlas, aun en la distancia.
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