miércoles, 27 de octubre de 2010

GATEARSE EL PUEBLO

Estoy malito; tengo un señor catarrazo (mocos, oídos tapados, dolor de garganta, malestar general... ¡OKAL!), pero no estoy tan grave como para no poder trabajar un rato, leer, estudiar, escribir en el blog... no está mal del todo caer un poco malito, me levanto más tarde, me relajo... No hay mal que por bien no venga, aunque no puede uno "gatearse el pueblo".
GATEARSE EL PUEBLO es una expresión que emplea Saturnino, un hombre de Los Barrios, padre, abuelo y bisabuelo de 90 y tantos años con el que me llevo muy bien. Él dice que los curas tienen que gatearse el pueblo, es decir, andar de aquí para allá, entrar en las casas de la gente, conocer a unos y a otros, relacionarse con todo el mundo, ser asequibles, cercanos, parte de esta gran familia humana que es un pueblo pequeño.
Saturnino dice que Nemesio así lo hacía y que él ve que yo también lo hago. Y es un orgullo y un piropo que me encanta y que no sé si merezco. Creo que es necesario "invadir" el pueblo, estar en todos los caldos, formar parte del paisaje cotidiano de la gente... y para eso es imprescindible gatearse el pueblo. Y yo me lo paso de miedo cuando lo hago, y aprendo muchísimo.
Pero noy no puedo... porque estoy malito. Ay.

lunes, 25 de octubre de 2010

"ÉXITOS"

A menudo cuento en este diario lo acostumbrado que estoy a "fracasar": a convocar una reunión y que no vaya nadie, a que una actividad no salga bien, o lo gente no se anime a ir a un encuentro, etc. Por eso empleo mucha prevención para compartir algunos "éxitos" de últimamente. Con temor y temblor.
Por ejemplo, la asamblea parroquial de Cáritas de Santa Ana, ¡qué montón de gente! Y además, cuando intentamos renovar la Junta Directiva, no solamente no hubo problema, sino que SE OFRECIÓ GENTE NUEVA -y joven- !!!! Marta (la técnica que lleva nuestro arciprestazgo) y yo nos frotábamos los ojos un poco asombrados ante tamaño éxito...
Otro: en el Valle de Matamoros estamos intentando crear un grupo de Cáritas, que no había. Llamamos al Consejo de Pastoral, invitamos a más gente y ¡bingo!, se han apuntado varias personas (¡entre ellas gente nueva -y joven-!) al equipo. Marta y yo casi no dijimos nada, por no estroperarlo (...).

Del encuentro diocesano de animadores de PcJ (pastoral CON jóvenes) ya hablé en una entrada anterior. Me queda lo de este fin de semana del cual me estoy todavía reuperando. ¿Quién ha dicho que los jóvenes no quieren seguir a Jesús, no quieren comprometerse, no quieren luchar para que este mundo sea más como Dios sueña? Sí que hay jóvenes dispuestos, ilusionados, con las pilas cargadas. Algunos están en la JEC de Extremadura, que ha celebrado su asamblea anual. Con todas las miles de limitaciones, circunstancias, con la volubilidad propia de los jóvenes, esa especie de desbarajuste alegre y espontáneo que nos descoloca y amenaza de provisionailidad todo lo suyo; con las horas de esfuerzos de los excelentes animadores y consiliarios; con todas las debilidades, ausencias, cosas cogidas con alfileres, despropósitos e improvisaciones... el hecho es que más de cien jóvenes se han parado a diseñar su acción de este curso para que sea generadora de Reino. Y de entre ellos, varios chavales de este pueblo han dado (¡ole ahí!) el paso a la militancia ante nada menos que nuestro obispo; aunque lo hubieran dado de todos modos, y ni siquiera estaba yo para verlo, qué más da...
Aquí están los jóvenes; aquí está la acción católica, y concretamente la especializada, sí, ésa que Apostolicam Actuositatem del Vaticano II anima y potencia...
¿No es para estar contento y orgulloso? Sin creérnoslo: ni cuando va la cosa torcida se debe sólo a nuestra torpeza ni cuando sale rodada es porque somos los más "guays". No. Está el Espíritu, que hace de las suyas, a través y a pesar de nosotros casi a partes iguales o por turno. Por eso, con humildad y precaución, pero... ¡nos merecemos un GALLIFANTE! Va para Pepe, el Equipo Diocesano, los animadores, los consiliarios y los jóvenes de la JEC, habitados por el soplo de Dios sin duda.

viernes, 22 de octubre de 2010

MINERO$ E$TRELLA

Dentro de un rato me voy a Villagonzalo a la asamblea regional de la JEC, un fin de semana un poco trepidante con los jóvenes además de boda, misas, etc. Pero antes quiero intentar expresar lo que pienso y siento a propósito del episodio de los mineros chilenos. Por supuesto que me alegro de que no haya pasado nada y de que todos estén a salvo, faltaría más. Pero estoy un poco asqueado de la utilización sin escrúpulos que se está haciendo del accidente, del sufrimiento extremo de un grupo de personas y del acierto de los técnicos para sacar beneficios económicos y electorales (por este orden). Y anoche, la entrevista en la tele, algún minero con las gafas de sol en el plató y otro con una gorra Adidas, ya me pareció el colmo.
Era casi grotesca la imagen del presidente de Chile y el de Bolivia, con sus cascos blancos impolutos (pero si Piñera es un multimillonario que no lo habrá usado en su vida), esperando a la salida de la sonda que "daba a luz" a los mineros, sonriendo, los dientes tan blancos como los cascos, apuntándose el tanto. Cada vez que salía el siguiente minero salvado, se adivinaba la mano de un regidor ordenando el espectáculo: el héroe es felicitado por las autoridades, luego se adelanta la esposa, la mujer en el ángulo televisivo correcto sin dar la espalda a la cámara, con un peinado perfecto, interpretando su gran momento, abraza a su marido, y cuando están fundidos la cámara hace zoom para captar un primer plano de un ojo que vierte una estelar lágrima. Muy natural; como "El show de Truman", vamos.
Como el rescate se prolongó durante horas, uno de los mineros, ése tan gracioso, salió ya al rato en la tele riéndose, hablando por los codos, con las gafas de sol enfundadas, sentado junto a su familia... y los otros todavía bajo tierra. La gente en medio mundo sobrecogida y al mismo tiempo propuestas de contratos, de hacer una teleserie, los buitres de la publicidad lanzándose y el personal con los ojos haciendo el signo del dólar. Un asco.
Alguien me decía aquel día: "¿has pensado en lo que sentirá el último operario que suba en la sonda, ya de vuelta una vez estén todos arriba?". Terrible pero poco productivo; si le ponen la gorra Adidas no lo ve nadie.

sábado, 16 de octubre de 2010

PERSONA REFRESCANTE EN UN DÍA CLAVE

Me siento muy feliz al final de este día de encuentro diocesano de animadores de pastoral con jóvenes. Porque creo que se está materializando un sueño, un proyecto, una ambición muy evangélica: ser uno, sumar fuerzas, trabajar todos a una por los jóvenes. De este proceso me siento protagonista, y me hace amar más a mi diócesis y a los jóvenes.
Pero además comparto con vosotros la impresión que me ha causado Álvaro Chordi, el "ponente" del encuentro (el que está a la izquierda en la foto). Vaya crack. Realmente a uno le da un subidón de ilusión, esperanza y fuerza para ser cura y cura de jóvenes cuando conoce gente así; hombres de este calibre evangélico existen, están entre nosotros y son muy necesarios en el momento eclesial que vivimos. Pongo solamente una frase, que es la que más me resuena a esta hora, con el pijama enfundado: "Para un cura, no hay nada mejor que estar con jóvenes. Estar con los jóvenes te rejuvenece, ante ellos te tienes que desnudar porque te obligan a repensar la fe, a decirla de forma nueva cada día, a compartirla experimentada. De lo que digas, a ellos les llegará lo que tengas vivido, y de lo demás pasarán."

Bueeeno, ahí van otras:
"Llegamos sólo donde fijamos la mirada".
"Si algo funciona, cámbialo" (necesidad de no estancarse y vivir de las rentas).
"Antes pedir perdón que pedir permiso" (perder el miedo a ensayar y equivocarse).
"Corremos el peligro de vivir para Cristo y sus causas SIN relación con Cristo".
"Lo que tiene que salir de ti son las palabras DE JESÚS, los gestos DE JESÚS, los sentimientos DE JESÚS, los intereses DE JESÚS, los modos de pensar DE JESÚS...".
"En la pastoral con jóvenes, necesitamos amar más la trama que el desenlace, expropiarnos de nuestra obra y trabajar dejando que Dios haga crecer la semilla "sin que se sepa cómo" (Mc 4, 26-29)".

Gracias, Señor, por esta bocanada de aire fresco en nuestra iglesia a veces acartonada y enrarecida. Gracias por el privilegio de conocer a Álvaro y a personas que me enseñan a creer. Gracias por Juan, por Sonia y Gema, gracias por Ale, por Jose, por Juliana, Vito, Javi, Mario, gracias por los compañeros de esta aventura en la Delegación. ¡Y gracias por Nacho y sus 34 años... bonito día para celebrarlos!

jueves, 14 de octubre de 2010

EL ZARPAZO DE LO INNOMBRABLE

Hay varios momentos de "El Señor de los Anillos" en los que los personajes no se atreven ni a nombrar al "malo", o a hablar en la lengua de Mordor. Y en vez de decir "Sauron" (que así se llama el sujeto en cuestión) emplean eufemismos como El Señor Oscuro, el Poder de las Tinieblas, la Sombra, el Enemigo...
A nosotros nos pasa con el cáncer. Llevo varios días recibiendo noticias terribles de personas a la que se le descubre esta enfermedad de manera sorprendente, la última vez ayer; hace poco falleció una catequista y animadora de pastoral juvenil de Fuente de Cantos, una mujer joven, alegre, con dos hijos y mucha vida... La gente, cuando habla de esto, lo nombra también con eufemismos como "una cosa mala", "una de esas cosas bonitas", "eso malo que empieza por c.", "algo malo" o simplemente "un tumor"... Todos lo hacemos, y modulando la voz, como con prevención, con temor, no vaya a ser que atraigamos las iras de "eso" que ataca indiscriminada y cruelmente, que cercena vidas y destruye familias con su zarpazo silencioso que deja helados los corazones.
El pudor y el secreto que acompaña el inicio de este mal supongo que acrecienta el sufrimiento; nos sentimos desamparados, desarmados ante un poder devastador y ciego, como un niño angustiado frente a un lobo que le enseña los dientes en la oscuridad, esperando un ataque sin piedad o un giro de la fortuna que ahuyente a la fiera.
En medio de tantas historietas de reuniones, trabajos, y a veces tantas cosas mundanas y vanas, siento un estremecimiento de respeto ante las noticias de cánceres cercanos, un punto de vergüenza pr las pérdidas de tiempo y una necesidad casi biológica de ayudar en algo a los que sufren este zarpazo.

viernes, 8 de octubre de 2010

COSAS MUNDANAS Y VANAS

Las reuniones de los curas con el obispo son de lo más curiosas; si se está atento se pueden observar diferentes actitudes y lenguajes corporales, advertir mensajes más o menos velados o directos, posicionamientos variados, densidad variable de alzacuellos, etc. La útima vez ayer. Por lo pronto, cuando el obispo llega se hace un respetuoso silencio, el aire parece de repente como más cargado, el personal modula sus palabras, tonos y gestos... y empieza la reunión. Mi radar nota más que respeto un poco de temor... ¿santo? Cuando se abre el diálogo se miden más que las palabras las sílabas, se calculan milimétricamente la conveniencia y las consecuencias de decir lo que uno está pensando... y finalmente no se dice, que las carga el diablo, oiga, jajaja. Una formalidad casi divertida aunque posiblemente no inevitable.

Ayer era el tema de la puesta en marcha de la nueva Acción Católica General, y otros días otras cosas igualmente interesantes. Da la impresión de que todo se gestiona en un juego de intereses, de afectividades y afinidades, una suerte de tejido hecho de quedar bien, ponerme a salvo, no contradecir ni señalarme, o señalarme a favor de corriente, "ganar puntos", estar en el sitio adecuado y dar la imagen idónea para que luego me consideren bien y me nombren no se qué. Y entre medias, la vida, la misión... ayer no hablamos una palabra de los laicos, de lo que las parroquias necesitan, de preguntarles antes de dar pasos, de la situación de personas y movimientos ya existentes... Todo como un poco arbitrario y artificial, a salto de mata y pendiente de intereses personales, carreras, ascensos, nombramientos... En definitiva...

... cosas mundanas y vanas. Es una frase que me encanta, la usa San Ignacio en su autobiografía y en el número 63 de los Ejercicios. Cosas vacías, sin sustancia, que nos distraen y nos entretienen, cosas que nos alimentan la vanidad, a ver si somos más "importantes" (madre, qué palabra).

El caso es que la reunión no fue del todo mal; mejor que la anterior del Consejo del Presbiterio, desde luego. Un poco divertido y distante (me habían aconsejado "tú no digas nada") comprobé que va mejorando en mí la necesidad de aprobación, no me hace tanta falta que los jefes me consideren bien. Estoy cada vez más reconciliado conmigo mismo (eso lo dice siempre Gabriel Cruz), a gusto en mi pellejo y contento desde mi verdad; daros cuenta.  Pero estas hangás no importan mucho; importan las personas de carne y hueso y las cosas reales; importó hoy el ratito con Antonio el cantinero, la preocupación de Mari Carmen por Juan, el paseo con varias madres tras la entrada en el cole, el encuentro con los compañeros de mi grupo de estudio del Evangelio y la ruidosa reunión de la JEC de la tarde. Eso es lo que cuenta.

Y no tanto la Acción Católica imperial u oficial que nos espera.

miércoles, 6 de octubre de 2010

SOY UNA NUBE

Cuando entramos con los niños más pequeños en la iglesia los miércoles (los que se preparan a la primera comunión), nos vamos al sagrario, nos sentamos y allí intento que se serenen y hagan un momentito de silencio para poder hablar con Jesús; para que se relajen les digo que cierren los ojos y piensen: "SOY UNA NUBE... SOY UNA NUBE...". Ja, ja, ja, ja. Cómo están las cabezas.


Esta tontera viene al caso para contaros cómo estoy: soy una nube. El principio de curso a tope; reuniones por todos lados -nos aprietan, pero no nos asfixian-; esta semana cada día en un sitio: Monesterio, Valverde de Leganés, Mérida, Zafra, mis pueblos, Badajoz, Zafra... La PJ diocesana, la JEC, la catequesis familiar, el consejo de pastoral, la acción católica... El cuentakilómetros echando humo, la cabeza con diecisietemil cosas a la vez...
Pero nada. Ni me inmuto. Soy una nube. Tranquilo. Sereno. Con una seguridad y una determinación casi desconocidas. Creyendo en lo que hago, confiando en mi mismo. A toda velocidad pero sin correr, sin precipitarme, sonriendo, con calma, sin alterarme.
Por la mañana, al levantarme, voy haciendo mis Ejercicios Espirituales en la vida diaria; parece increíble pero sí, consigo concentrarme y adentrarme en la contemplación de segunda semana que me tenga enfrascado: Jesús en el desierto resistiendo la tentación, Jesús llama a sus amigos... Una maravilla, una suertaza, riqueza inmensa, fuente inagotable de vida... "conocimiento interno del Señor... para que más le ame y le siga".
Va a ser verdad lo que dice mi amiga Maite Arabolaza: época de vacas gordas. ¡Pues a disfrutarla!