Una luz mágica
me transporta
me transporta
entre las calles
vertiginosas.
Me sonríen los árboles
altísimos,
agitando sus ramas,
para acogerme.
Me reciben
con benevolencia
las claras cristaleras,
puliendo sus brillos.
Me muestran
su franca sonrisa
las grandes puertas
de los edificios
solemnes.
Pasan los coches,
apresurados y con
cantos de fiesta.
En la muchedumbre
anónima
hay un gozo
extraño y auténtico.
Soy, siento, vivo,
ando, detengo mi paso,
vuelvo a sentir,
me sé,
un día nos supimos,
veremos el futuro de
este verbo…
¡¡Ser una gota más,
en la tormenta oceánica
de la vida,
es vocación y destino!!
Una nota,
en la insomne melodía
de las prisas
y la destrucción.
Hay luz
entre los árboles,
aunque vendrá la noche;
y el silencio
curará nuestras almas.
Hay una luz
mansa, amiga,
que te acaricia la
espalda
en las horas más
solitarias.
Y un agua dulce
en todas las fuentes
donde quieras que el
agua te acune.
Y una brisa
importada de los
lejanos, azules mares:
una brisa que siembra
esperanza y futuro,
sobre el cansancio y la
ruina.
Y sí:
soy, siento, vivo,
y sé
que soy,
que siento,
que vivo.
Y sobre esta certeza
levantaré mi letra,
mi palabra,
mi canción,
mi entusiasmo.
Verdaderamente
el gozo estaba aquí
y yo no lo sabía.
Pero esta tarde, sí.
Esta tarde
el mundo despliega su
hermosura
para el adiós,
las cosas se refugian
en la humedad y la
ternura;
comprendo las raíces
de mi felicidad
y dejo que mis pasos
construyan un nuevo
camino.
Y así,
transportado por la
luz,
me despido
del retablo de mis
fatigas,
del lugar donde jamás
debería volver,
pues contempló mi
dicha.
Comprendo que andan
las semillas
creciéndome
por dentro,
y reclamando su mañana.
¡Ah! Gracias, gracias
en esta tarde
que se prolonga hasta
la madrugada.
Gracias
porque todo es plenitud
y yo me he reconocido.
La foto de Lolo Matos se titula "El poeta".
La foto de Lolo Matos se titula "El poeta".