Hoy toca una publi. Mi compañera de la Escuela de Ejercicios de Salamanca Rosa Ruiz y la también claretiana Consuelo Ferrus (a quien conocí en Zafra), me ficharon hace algún tiempo para colaborar en la página “Acompasando”, que gestionan ellas junto con un grupo de laicos claretianos. La recomiendo: https://www.acompasando.org/.
La web, que es muy completa y de gran
calidad, tiene una sección llamada “Eco diario de la Palabra”, que presenta las
lecturas de cada día junto con un breve comentario (“Queremos transmitir vida acompasada con el Evangelio siempre desde y
para la práctica”, me escribieron) que enviamos por semanas un grupo de personas,
y entre ellos yo, bloguero aficionado y pichiruchi.
Acá va un eco de esta semana. Todavía estoy esperando que Rosa me regale un icono de la Santísima Trinidad de los que ella pinta. Con razón la apodamos “el enemigo de natura humana”.
Acá va un eco de esta semana. Todavía estoy esperando que Rosa me regale un icono de la Santísima Trinidad de los que ella pinta. Con razón la apodamos “el enemigo de natura humana”.
Espero que os guste.
REELECCIÓN
Viernes 7 junio 2019
Juan 21, 15-19
Habiéndose aparecido Jesús a sus
discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: "Simón, hijo
de Juan, ¿me amas más que éstos?" Él le contestó: "Sí, Señor, tú
sabes que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis corderos."
Por segunda vez le pregunta: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?" Él le
contesta: "Sí, Señor, tú sabes que te quiero." Él le dice:
"Pastorea mis ovejas." Por tercera vez le pregunta: "Simón, hijo
de Juan, ¿me quieres?" Se entristeció Pedro de que le preguntara por
tercera vez si lo quería y le contestó: "Señor, tú conoces todo, tú sabes
que te quiero." Jesús le dice: "Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro:
cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas
viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no
quieras." Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió: "Sígueme."
Es por la mañana a orillas del lago. Los
pescadores están cansados, pues después de una noche de brega no han cogido
nada. El vacío de Pedro es interior, su decepción y el sabor amargo del
fracaso: ha traicionado a Jesús, ha dicho que no le conocía. Por miedo: “No
tengo nada que ver con ese hombre”. Ha fallado en la misión de ser la
referencia de sus hermanos, el vínculo de unión.
Miro mis fracasos, mi esterilidad, mis pasos errados
Jesús
solo le pregunta a Pedro si lo ama. Donde tres
veces dijo “no”, ahora dice “sí”.
Tú me conoces mejor que yo; sabes de mis caídas, de mi
debilidad y la pequeñez de mi corazón. Ya has comprobado lo incapaz y cobarde
que puedo llegar a ser. Pero también sabes que te quiero tanto como mi corazón
puede amar.
“¿Me amas?... Sígueme”. Jesús encarga a Pedro la misma misión donde
ya fracasó: “Apacienta mis ovejas”. Le renueva su confianza.
A pesar de que he demostrado tantas veces “que no
valgo”, tú me vuelves a elegir de nuevo, crees en mis posibilidades, para ti
soy precios@ y lo seré siempre.
César
L. Caro
kpayo.blogspot.com
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