viernes, 4 de julio de 2014
HASTA LUEGO A "PISTAS"
No recuerdo bien si fue en Sanlúcar o en San José del Valle cuando, hace más de veinte años, cayó en mis manos por primera vez esa curiosa publicación llamada "Pistas para el diálogo". Supongo que me reiría al ver la boina de uno de los personajes que había en el grafismo de la cabecera, la hojearía y no le haría mucho más caso, ocupado por aquel entonces en convivencias y amichis charli charli. Cómo me iba yo a imaginar que, mucho más tarde, en otra vida dentro de mi vida, iba a ser yo el coordinador del equipo de redacción de Pistas. Una tarea de la que me he despedido hoy.
Trasmutado en cura de pueblo, creo que en Zafra, en el piso de Lolo (que también luego sería mi casa), me volví a encontrar con la boina. Pero esta vez leí, y me llevé a Valencia del Ventoso varios ejemplares. Estaban en aquel despacho enorme y helado en invierno, donde entre rato y rato me acercaban a temas tan variopintos como el sindicalismo, los modelos de familia, la agroindustria, la depresión o la postmodernidad. Y siempre de forma ágil, sencilla, incisiva, profunda pero accesible, tanto en el lenguaje como en los contenidos.
Cuando fui cura de Atalaya ya formaba parte del Movimiento Rural, y las hojillas multicolores me habían precedido en el pueblo. Pistas se convirtió en una lectura de culto, que yo coleccionaba y guardaba con mimo. Ya sabía que es una publicación mítica, con solera, que asoma desde hace más de treinta años a infinidad de pueblos como un instrumento original de trabajo para grupos, una invitación al debate, al análisis y al compromiso con el mundo rural.
Hace año y medio, el grupo de La Rioja que realizaba Pistas decidió que era hora de pasar el relevo. El Movimiento se fijó entonces en mí, y en una llamada nuestro presidente Tano me encasquetó a quemarropa una peliaguda tarea: "traer" Pistas a Extremadura, crear y coordinar un nuevo equipo que asegurara la continuidad e introdujera renovación, para que Pistas siguiera siendo lo que siempre fue, con su identidad, pero con nueva cara, con energías frescas, ideas actuales y mayor proyección.
No fue nada fácil sacar las primeras hojillas. Menos mal que la gente que compone el consejo de redacción se mostró desde el principio generosa y entusiasta. El segundo año, este que concluye, ha supuesto una consolidación, con más colaboraciones, aspecto renovado y el nacimiento de la edición digital colgada en RD (http://ruralescristianos.org/revistas/pistas%20dialogo.htm).
Para mí ha sido un servicio bonito que me ha exigido responsabilidad, dedicación y empuje. He hecho lo que he podido y estoy orgulloso de los resultados. Ahora queda Pistas en manos de los compañeros de Miajadas, así que el futuro está asegurado. Seguiremos encontrando la hoja por todos lados: es como el enano de jardín que viaja misteriosamente alrededor del mundo en la película Amelie. Pero ahora, en lugar de boina hay un ordenador.
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