Toallitas. Bote de lápices y bolis. Fonendoscopio. Una empanada en su caja de cartón. Varios bolsos. Crema de manos. Caramelos Halls. Un polo Tommy Hilfiger. Guantes de lana. Palos de trekking. Pinzas de la ropa. Un abanico. Pendientes peperos de una perla. Bandejas de catering. Un motón de Cds. Fundas de gafas. Cientos de papeles y agujas de jeringuillas. Una caja de productos de comercio justo... Todo eso y mucho más es lo que uno tiene que apartar cuando intenta montarse en el Panda de la ATS de mi pueblo.
"La Mari" es también la coordinadora de Cáritas, gran persona, generosa, entregada a tope a todo el mundo, querida por el pueblo entero. Se dedica con abnegación a curar heridas, en una paradoja que la vida le hace llevar puesta: sus cicatrices aún sangran. Pero camina casi siempre con valentía, atreviéndose a reconstruirse mientras cambia vendas, pone inyecciones y mide la glucemia. No es fácil, y hay días en que la tristeza la arrincona, la dureza de sus cosas se le hace intragable.
Hay días en que aparca el Panda en mi puerta; y entonces la gente se hace preguntas. Si va con el cacharro de la tensión alguien suele traerme un queso, porque estoy malo (jejejeje...)
Cuando mi coche está en el taller me presta el Panda. Si voy por el pueblo la gente me saluda muy sonriente y efusivamente al ver llegar este bólido amarillo (hasta que comprueban que Mari no puede estar calva y tener barba); os aseguro que me sube la autoestima. El efecto pasa al ver la factura del taller.
Los días que tengo el Panda lo aparco en mi puerta, y eso ya sí que confunde a la vecindad, ¡jajaja! Hay que decir que me ha llevado a Badajoz incluso; y tiene un botón muy chulo para que aparque solo. Mientras lo hace voy investigando entre las cosas que hay dentro, pero aún no he encontrado animales.
Mari jamía, echa parriba ese ánimo, que la vida es muy bonita y ya te está devolviendo lo que te ha quitado. Y aquí estamos nosotros por si la cuesta arriba se te vuelve insoportable, que te cogemos en trucha si es necesario. No se te olvide.
2 comentarios:
Desde luego debe de ser extraordinaria Mari la ATS: la saluda todo el pueblo, la quieren por igual, te deja el coche...... pero......aunque sangren sus heridas personales,"que no las sé" tiene que darse cuenta de lo que la queréis y apoyais.
Los pueblos chicos tienen esa ventaja, se sabe la vida de todos y se ayudan de igual manera.
Enhorabuena por estar tan acoplado y contento ahí. Un abrazo.
MARI NO TE IMAGINAS LO QUE TE QUIERE EL PUEBLO Y LO CONTENTOS QUE ESTAMOS CONTIGO NO TE RINDAS QUE TU SI QUE VALES UN BESO ANIMO QUE SON POCOS Y COBARDES.
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