No tengo mucho tiempo para escribir, porque este año hemos
programado la Navidad de manera suicida
o autodestructiva, atorados de
actividades en muy pocos días, pero al menos colgaré algunas fotos para la
hemeroteca y regodeo de los chismosos.
12-18 DE DICIEMBRE: GIRA SACRAMENTAL-NAVIDEÑA
Recorrer Yanashi, Pevas, San Pablo y cuatro comunidades en
menos de una semana es desde luego un record. La alegría es directamente proporcional al agotamiento; noches de viaje
casi sin dormir y sacramentos a porrillo, como dicta la tradición.
Bautismo, Confirmación, la primera comunión y hasta el Matrimonio, por estas
tierras hay que dar a todos los palos sin remilgos.
19 DE DICIEMBRE: CONVIVENCIA PISCINERA DE FIN DE AÑO CON LOS
JÓVENES
El grupo de Pastoral
Juvenil ha sido este año toda una experiencia. Se merecía una clausura como
Dios manda, de modo que nos fuimos a un recreo turístico pituco (“Milia Amazon Logde”, en
Iquique, a media hora río abajo, y esto es una publi) y pasamos un día inolvidable con ahogadillas, vóley
acuático, todo tipo de zonzeras,
pollo frito con papas y amigo secreto:
me regalaron un elegante polo, qué te parece.
20 DE DICIEMBRE: MEGA-CHOCOLATADA DEL BICENTENARIO
Con las ayudas de amigos de España este año hemos
podido dar chocolate, panetón y su juguete a más de 400 niños. La maloka estaba repleta, actuaron los payasos Pipo
y Panguito, los jóvenes se portaron de nuevo de maravilla y todo transcurrió en
un delicioso desorden terminando con karaoke a las 12 del mediodía.
En la noche se
desarrollaba el concurso de danza dentro del programa de actividades dela
municipalidad, y ahí actué como jurado. Solo pongo la foto porque esto se
merece una entrada aparte:
Cuando el Vicariato nació
en 1945 y llegaron los primeros misioneros canadienses, Indiana no existía:
eran cuatro o cinco familias en un fundo que Mons. Dámaso Laberge compró. Con la
misión, el pueblo se desarrolló tan extraordinariamente que solo 16 años
después se creó el distrito. El
aniversario, cada 21 de diciembre, es un recuerdo agradecido de aquella gesta,
de la que yo al menos me siento orgulloso. Esta imagen es de las
autoridades a la entrada de la catedral antes de comenzar la misa te deum.
22-23 DE DICIEMBRE:
BAUTISMOS EN LAS COMUNIDADES
En Manatí I zona nos esperaban casi 40 bautizandos entre niños, jóvenes y algún adulto, así que dividimos el asunto en dos sesiones, el pase de la mañana y el pase de la tarde. Qué manera de disfrutar con la gente, cuánto extraño salir por ahí y mezclarme con ellos, sin apuros y sin artificios. En la noche, apenas escapando de una lluviaza, pasamos a Manatí II zona a ver a Alecia, la quinceañera que con varios amigos dirige la capilla y arma la celebración del domingo en ese pueblo. Quedamos en que se van a preparar a la primera comunión con ayuda de unos temas que les vamos a facilitar y que ellos trabajarán solitos; en marzo o abril iré un domingo a celebrar la Eucaristía y recibirán por primera vez a Jesús. Será algo digno de vivirse y de contarse.
En Manatí I zona nos esperaban casi 40 bautizandos entre niños, jóvenes y algún adulto, así que dividimos el asunto en dos sesiones, el pase de la mañana y el pase de la tarde. Qué manera de disfrutar con la gente, cuánto extraño salir por ahí y mezclarme con ellos, sin apuros y sin artificios. En la noche, apenas escapando de una lluviaza, pasamos a Manatí II zona a ver a Alecia, la quinceañera que con varios amigos dirige la capilla y arma la celebración del domingo en ese pueblo. Quedamos en que se van a preparar a la primera comunión con ayuda de unos temas que les vamos a facilitar y que ellos trabajarán solitos; en marzo o abril iré un domingo a celebrar la Eucaristía y recibirán por primera vez a Jesús. Será algo digno de vivirse y de contarse.
23 DE DICIEMBRE:
CONFIRMACIÓN EN INDIANA
Esta mañana hemos madrugado
para surcar de Manatí II a San Rafael a bautizar de yapa; la imagen es del almuerzo al que me han invitado en casa de
Lili.
Y por la noche, como fin
de fiesta con broche de oro, la Confirmación en mi parroquia, con varios
jóvenes de la PJ como protagonistas. Hacía
tiempo que no era padrino, y lo he sido por partida doble; y después de la
misa los papás y mamás han ofrecido un bonito compartir (todavía tengo en la
boca el regusto de la torta).
Así acabo estos días, fundido
pero contento. Mañana temprano, a Iquitos, donde subiré a una avioneta rumbo al
Estrecho, en el río Putumayo, donde celebraré la Nochebuena. ¡Feliz Navidad!
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