miércoles, 6 de febrero de 2013

LA SONRISA DE CÁRITAS


Estamos celebrando el 50 aniversario de nuestra Cáritas Diocesana. Y yo me pregunto: ¿Loli estaría ya en el comienzo? - "Estaba antes" - me dice algún gracioso (uno de sus compañeros, para más señas).

Cuando llegas a cualquier evento de Cáritas, lo primero que te encuentras es a Loli. Generalmente detrás de una mesa llena de carpetas, y ella detrás de sus gafas, anotando quién ha vendo y quién no. Los cabellos plateados y la sonrisa puesta. Su aspecto a la vez venerable y acogedor te manda un mensaje subliminar de bienvenida: "Eh, que Cáritas es algo serio". Luego, cuando vas conociendo a Marta o a Ana Morlesín, pues ya se te suaviza el cagancho y descubres la realidad (...).

Y es que Loli es el alma de Cáritas. Mira que han pasado delegados, consiliarios, trabajadores, obispos y eras jurásicas... ¡ella permanece! Es la voz de la experiencia por el pasillo o la memoria histórica tomando café; y te invita y todo. La verdad es que hace de relaciones publicas de maravilla; recuerdo la primera vez que fui, cuando la Diocesana estaba todavía en aquel entresuelo de la calle Antonio Masa Campos: me trató como si me conociera de un cincuentenario, y yo era un pichiruchi, un curilla recién llegado. Ahora, que ya soy solamente un curilla, me sigue atendiendo con la misma eficacia y saludando con más cariño si cabe.

Para sus compañeros es "la abuela de Cáritas". Se preocupa por cada uno de ellos y tiene un montón de detalles... pero al más mínimo bordeo los manda a freir espárragos. ¡Jejeje! Tonterías las justas. Debe ser un gustazo trabajar con alguien que genera sencillas modalidades de felicidad. Al estilo de lo que escribe Almudena Grandes:
"Y sin embargo, yo les voy a pedir que sean felices. Que busquen en su interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y la alimenten con mimo durante los 365 días que nos esperan. Que se cuiden, y cuiden a los que tienen cerca. Que sonrían a los adultos, que les hagan cosquillas a los niños. Que canten viejas coplas, alegres o nostálgicas, y bailen agarrados, que se besen mucho, todo lo que puedan, y se esmeren en cocinar platos sabrosos, barrocos, para disfrutarlos juntos en mesas vestidas con manteles blancos. Que aprovechen las mañanas de sol y las tardes de lluvia. Que se muestren orgullosos de su amor. Que lo derrochen.
La amargura nos hará débiles. La indiferencia, la desesperanza, la desunión de las víctimas, fortalece siempre a los culpables. No lo consientan. No les dejen entrar en su casa, emborronar sus paredes, secar sus macetas, acechar el sueño de sus hijos. Sean fuertes, por favor, y sean felices".

En estos tiempos donde todo es líquido, ¡qué estupendo dar con personas sólidas! Gracias Loli por la solidez de tu compromiso, ahí, a prueba de bomba, resistiendo todos los cambios y dentelladas de la vida. Gracias por tu sonrisa, que es cimiento fuerte y amable. Y gracias por regalarme la agenda de Cáritas 2013, que to hay que decirlo y, como cantaba Jorge Negrete, amor con amor se paga. Era 1951...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ke bien me vendria, nos vendria una Loli en nuestrad vidas, a estos k como yo acabamos de aterrizar como voluntario de carita, aunk tambien he de deci, a algunod de los veteranos k conozco no les vendria nada mal, pero k nada mal!!!

Anónimo dijo...

Gracias por regalarme por tu sonrisa desde que llegue a este mundo

Un besazo

El Tete