HOMILÍA PARA ESTE DOMINGO 8 DE NOVIEMBRE
Religión falsa:
· largos rezos y asientos para que los vean
· sin compartir: dan lo que les sobra
· no hay compasión, como “no pasan necesidad”… dan con mando a distancia. ROPA…
· no les duele, “no saben ni lo que tienen”, no se entregan a sí mismos
· están lejos de Dios
Religión verdadera:
· discreción que no se entere nadie
· compartir: dar lo que necesito
· hay compasión, como “pasa necesidad” comprende el dolor ajeno
· le duele, “se lo quita de la boca”, lo que da es suyo y lo pierde, se entrega a sí misma
· está cerca de Dios
La comunidad se construye con actitudes de autenticidad en lo religioso; dar no lo que me sobra, sino lo que tengo, es una condición imprescindible para lograr ser una comunidad y una comunidad que construye en Reino. Cada cual echa dos reales, y esos dos reales son imprescindibles. Los dos reales de mi tiempo, de mi servicio, de mi dedicación... son vitales.
· Mis dos reales echando una mano, limpiando la iglesia, en el equipo de liturgia, mis dos reales como catequista, visitando a un enfermo, en Cáritas, contando la colecta, leyendo... los dos reales de cada uno, dados con generosidad a los demás, hacen posible que seamos una comunidad parroquial viva.
· Mis dos reales educando a mis hijos y ayudando a educar, mis dos reales implicándome en que el pueblo sea más humano, dos reales de tiempo, de esfuerzo, de no quedarme sentado en el brasero, dos reales atendiendo a un vecino ya mayor, dos reales entregados a los demás, especialmente a quienes sufren.
Esos dos reales mueven el mundo y generan el Reino. Nos hacen más humanos y encuentran la voluntad de Dios. Dos reales que mueven el mundo.
· largos rezos y asientos para que los vean
· sin compartir: dan lo que les sobra
· no hay compasión, como “no pasan necesidad”… dan con mando a distancia. ROPA…
· no les duele, “no saben ni lo que tienen”, no se entregan a sí mismos
· están lejos de Dios
Religión verdadera:
· discreción que no se entere nadie
· compartir: dar lo que necesito
· hay compasión, como “pasa necesidad” comprende el dolor ajeno
· le duele, “se lo quita de la boca”, lo que da es suyo y lo pierde, se entrega a sí misma
· está cerca de Dios
La comunidad se construye con actitudes de autenticidad en lo religioso; dar no lo que me sobra, sino lo que tengo, es una condición imprescindible para lograr ser una comunidad y una comunidad que construye en Reino. Cada cual echa dos reales, y esos dos reales son imprescindibles. Los dos reales de mi tiempo, de mi servicio, de mi dedicación... son vitales.
· Mis dos reales echando una mano, limpiando la iglesia, en el equipo de liturgia, mis dos reales como catequista, visitando a un enfermo, en Cáritas, contando la colecta, leyendo... los dos reales de cada uno, dados con generosidad a los demás, hacen posible que seamos una comunidad parroquial viva.
· Mis dos reales educando a mis hijos y ayudando a educar, mis dos reales implicándome en que el pueblo sea más humano, dos reales de tiempo, de esfuerzo, de no quedarme sentado en el brasero, dos reales atendiendo a un vecino ya mayor, dos reales entregados a los demás, especialmente a quienes sufren.
Esos dos reales mueven el mundo y generan el Reino. Nos hacen más humanos y encuentran la voluntad de Dios. Dos reales que mueven el mundo.
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