¡Así es! De nuevo el día de la Parroquia de Santa Ana ha superado todas las expectativas de los organizadores y las mías en particular: como pez en el agua he disfrutado a tope de la compañía de mi pueblo y mi parroquia, hemos celebrado la Eucaristía, hemos recordado el momento de los panes y los peces, hemos festejado la suerte de ser comunidad en camino, que ama y se compromete con su pueblo, comunidad con un proyecto; gente simpática y servidora, solidaria pero con sencillez, gente que siente a Dios en su vida, que lo intuye de forma espontánea como algo bueno... un gustazo de día.
Ha habido este año buena megafonía, mucha más caldereta y hasta tenderete del comercio justo. Es increíble cómo se lo curra la gente, cómo participa y cómo colabora, con qué naturalidad y qué generosidad. Hemos homenajeado a los matrimonios que cumplían sus bodas de plata y de oro, ¡qué momento más entrañable! Gabriel Corbacho padre ha leído unas palabras graciosas y emocionantes... Todavía había lagrimillas cuando los niños y niñas bailaban la jota del Palancar. La gente es fenomenal.
Es un día en que la parroquia invita a todo el que quiera ir, trata de abrirse y acercarse al pueblo, organizando algo en lo que participa gente que no suele pasarse por la iglesia. Así yo puedo conocer y tratar a personas que habitualmente se me escapan: es un espacio festivo "secular" pero "de la iglesia". Hay quien te cuenta algunas de sus cosas, las copillas sueltan la lengua y se plantean conversaciones divertidas e instructivas.Yo hago un poco como el novio en la boda, me paseo, "¿qué tal va todo? ¿te ha gustado la caldereta?, ¡vaaaya, qué alegría verte!"... ¡jejejejejeje!
Estoy molido pero desbordado de satisfacción, y se me ha notado. Ellos saben que me gustan y disfruto estando entre ellos, y a mi se me empiezan a acabar las maneras de agradecerlo. Esta es la gran impresión de hoy y de las últimas semanas: ¡estoy rodeado de excelentes personas! A medida que conozco historias y circunstancias, me admiro y pienso: "¡qué gran persona es!". Y me siento un privilegiado de haberme encontrado con ellos, y doy gracias a Dios por haber caído aquí y precisamente aquí.
Ya se que eso de "to el mundo es bueno" no es real, ya se que siempre hay gente a la que no caes bien y que el consenso total es imposible (y hasta malo), pero qué queréis que os diga, me gusta que la gente me quiera, me siento bien y creo que eso facilita mucho mi tarea de cura de pueblo. Esta noche soy un tipo feliz y afortunado por ser parte de mi pueblo y mi parroquia; experimento esta alegría en plural: orgullosos de ser lo que somos y de ser como somos.
Contento pero hecho polvo. Un paracetamol y al sobre.
3 comentarios:
ENHORABUENA,UNA VEZ MAS,NO TE PASARIA COMO LA NOCHE DEL ANIS.QUE GUAY PASAR UN DIA ASI CON LA GENTE DE LA PARROQUIA,ME ALEGRO QUE TODO VAYABIEN,Y QUE TU TRABAJO DE FRUTO.UN SALUDO.
César: Me encanta saberte tan feliz, tan a gusto en tus pueblos como tu dices. Somos muchas las personas que te queremos y nos sentimos contentas de que así sea.
Pero...... no te olvides de los que ahora no estamos a tu lado, también nos gusta que nos dediques unas palabras de amistad.
Que siempre te acompañe la Gracia de Dios para que sigas tan radiante.
"un pueblo es, un pueblo es... abrir una ventana en la mañana y respirar, la ternura del aire en cada esquina, y trabajar, poniendo codo a codo un ladrillo en la esperanza, mirando al cielo y sin volver la vista atrás.. y caminar.. y caminar...
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