jueves, 28 de febrero de 2013

ESTAMPAS DE PASIÓN EN ESTE MUNDO NUESTRO

Eugenio, compañero, como me tengas que cobrar los copyrights por poner cosas tuyas en mi blog, no va a haber cepillos que den abasto, jejeje. Para celebrar (o no) el último día como Papa de Benedicto XVI, aquí va tu última carta al periódico. Genial, como siempre. Permíteme solo que le ponga unas negritas, por remachar los contrastes con la esclavina blanca que hoy irá al guardarropa y con la nieve que veo caer mientras escribo esto.


Aunque la intrépida decisión de Benedicto XVI, que todos conocemos, ha transformado la Cuaresma en una intensa Vigilia de Pentecostés, la cruz sigue marcando el camino. Un camino que se encarna en estampas vivas en nuestro mundo.

El juicio que condenó a Jesús significó el indulto para un criminal o terrorista, Barrabás. Hoy seguimos asistiendo a sorprendentes perdones, como el que se otorgó a un banquero de métodos turbios.

Del mismo modo que decenas de soldados romanos se apiñaron alrededor de un pobre carpintero judío, del que se burlaron atrozmente en la hora de la tortura, a diario nos envenena la sangre la acumulación de medios (policías, bomberos, cerrajeros) frente a las casas de gente empobrecida y expoliada, a la que dejan en la calle. Los poderes se aliaron en su día, y sigue fuerte la alianza.

Es cierto que no faltan cireneos que se plantan valientemente para evitar un desalojo, que aportan en las campañas del kilo, que denuncian la corrupción y la desvergüenza. Pero el patíbulo funcionó aquel viernes primero y sigue funcionando. Aquel día los mismos ajusticiados se peleaban entre ellos, se insultaban. Hoy los ajusticiados no entienden: se queman  o se tiran por la ventana, se sientan en los márgenes de la sociedad, culpan al funcionario, al sindicalista, al portador de la cruz…pero seguimos sin señalar al que firmó el decreto, al cobarde que aseguró su poltrona en el engranaje político-social-religioso-pseudomoral.

Al final cada uno muere en su cruz, sin esperanzas de esa vida tras la crisis que nos anuncia el señor Rajoy. Será cuestión de sentarse a llorar junto a las tumbas. A ver qué pasa el domingo… de madrugada….quizá movamos esta piedra que tanto nos oprime.

Eugenio Campanario

domingo, 24 de febrero de 2013

HAPPENINGS COTIDIANOS


La vida de cada día está sembrada de pequeños rituales. Situaciones que suceden más o menos de la misma manera, gestos que repetimos infinidad de veces o encuentros que parecen aquellos bucles de "El show de Truman" en que los figurantes iban pasando cíclicamente por los mismos lugares dando impresión de actividad. Es muy divertido.

Los domingos, sobre las 10:45, paso con el coche camino del Valle  junto al campo de fútbol. Por esos andurriales suele estar Paco Lobo, que ya tiene preparado L'Osservatore Romano (que viene con La Razón), bajo la ventanilla y me lo pasa. "- ¿Vamos bien?". "- Bien, pater".

Un rato antes de ir a darle la comunión a María Pedroche, cada miércoles, la llamo por teléfono para avisarla y que vaya abriendo la puerta. Cuando María descuelga, se oyen de fondo los aullidos de su perro, al que la frecuencia del timbrazo machaca los oídos. Siempre igual, parece un lobo, y a mí me hace mucha gracia.

Lolo el cartero yo yo nos vamos persiguiendo por el pueblo, él repartiendo, yo con las visitas a los enfermos. Hay días en que nos encontramos varias veces, y el diálogo es siempre más o menos el mismo: "- Hoy te voy ganando". "- Sihombreeeeeee, me he pateao ya medio pueblo".

Si llego antes que Mari Carmen a la iglesia, corro a ver si le quito el puesto de campanero del primer toque. Jeje, a veces echamos a correr. La misa empieza y está Anita Mandoble, siempre, en su sitio, fiel, ahí, inquebrantable (si no puede venir avisa y todo). "- En el nombre del Padre..."; -"¡buenas tardes!".

Por las mañanas entro en casa de mi vecina Josefita, sobre las 10:30 u 11: "- ¿cómo sales hoy?". Y cuando le envío a Juan Fonseca cada semana la hojilla parroquial para que la imprima, le escribo: "- ¡Juan, ahí va!". Y él: "- La saco y se la paso a mi madre. Enviado desde mi Blackberry". Jejeje.

Entrar en el Ayuntamiento y saludar a Tobías, vaciar los cubos que recogen el agua de la gotera del centro parroquial, pasar por el estanco de María Luisa, sentarme con los niños de catequesis un ratito ante el sagrario ("a ver la genuflexión..."), calentar la comida a mediodía mientras la radio da las noticias de las 2, escuchar Enya antes de comenzar la Eucaristía, pararle el coche a Maribel cuando baja por el caminito de San Gregorio hacia las 9, entrar en la sala al terminar la reunión de primera comunión para que las catequistas me den también a mí una bolsa de ositos Haribo... Pequeñas rutinas que aderezan la jornada con un delicioso sentimiento de cotidianidad, como si viviéramos en zapatillas y bata de boatiné y el pueblo entero fuera mi casa. Por cierto, que mis babuchas son del Atleti.

miércoles, 20 de febrero de 2013

EL PUEBLO SE AUTOGESTIONA (y II)

El centro sociocultural de Valle de Santa Ana

A principios de este curso, en octubre, comenzó a trabajar en el asunto el grupo de la JEC de la parroquia. ¿Podrían ellos hacerse responsables del centro, de animar sus actividades, cuidarlo y velar para que hubiera siempre buen ambiente? De ahí surgió el equipo de animadores. Discutimos sobre horarios, normas de comportamiento (“¿ponemos cuota o no?, ¿se puede fumar dentro?, ¿y comer?, si alguno hace el gamberro, ¿qué…? ”), materiales, limpieza, edades mínimas para poder entrar… Poco a poco se fueron entusiasmando, surgieron más ideas y llamaron a otros jóvenes para que se unieran a la aventura.

Pero no se les podía dejar solos allí los sábados por la noche, así que en el grupo del MRC pensamos en hacer un turno de adultos que estuviesen presentes durante las actividades, para ser referente de los jóvenes, darles seguridad y solucionar eventuales problemas que pudieran presentarse.

Llevamos tres meses

Abrimos el 17 de noviembre pasado, por el momento solo los sábados: de 8:30 a 11 de la noche los chavales de hasta 14 años, y de 11 a 1:30 de la madrugada los mayores. Ha habido de todo: desacuerdos con el horario, extravíos momentáneos de las llaves, averías eléctricas, gente que no quería pagar (¡1 Euro al mes, tampoco es tanto…!), algún pitillo indebido, botellas despistadas, etc. Pero el caso es que de momento la cosa funciona. Hay mucho que pulir y mejorar, pero ahí vamos.

Los jóvenes tienen un lugar donde estar, y pueden hacerlo suyo en la medida en que sean capaces de asumir la responsabilidad y hacerse cargo ellos mismos. No se trata de “organizarles cosas” o “abrirles una sala”, sino de que sean los protagonistas de su propio ocio y le vayan dando poco a poco al centro un contenido más variado y educativo. Hemos hablado de campañas, excursiones, cine, ámbitos donde convivir, charlar, estar en su casa.

Los padres ven una oportunidad de que los chavales no estén por la calle o en el bar. Pero, para hacerla posible, se tienen que comprometer y dar un poquito de su tiempo. Porque las cosas se resuelven no poniendo la mano, sino arrimando el hombro, y eso lo ha entendido un grupo interesante de personas.

Y todos en el pueblo podemos ir intuyendo que la participación es la clave para que las cosas funcionen. Si desde el tejido social no nos implicamos, una administración arruinada no vendrá a facilitarnos servicios; si la sociedad civil no se “empodera”, el deterioro será irreversible. La parroquia forma parte activa de este tejido, "sale" a integrar los foros desde los que se humaniza el pueblo; sale de "lo suyo", sus misas, sus actividades...

Y personalmente, procuro que esta historia no dependa de mí. No es fácil, porque… ¡me encanta echarme mis ratos en el centro! Allí puedo estar con los jóvenes en su terreno, relacionarme con ellos dejando a un lado mi rol, jugar al futbolín y pegarles una paliza, y que se rían de lo manta que soy con el billar… Pero no puedo dejar que crean que soy yo el que “organiza” esto, tienen que ir sintiendo que es cosa suya, y que aquí estará su cura para apoyarles. Porque creo en estos jóvenes y estoy orgulloso de ellos.

domingo, 17 de febrero de 2013

EL PUEBLO SE AUTOGESTIONA (I)

El centro sociocultural de Valle de Santa Ana

Una situación frecuente

La administración nos lo daba todo, y acabamos acostumbrándonos. En nuestro país disfrutábamos de todo tipo de servicios y en abundancia, y eso pareció atrofiar en parte la capacidad de iniciativa de la gente. Pero el sistema se derrumbó, y en poco tiempo cayeron por su propio peso muchos logros del “estado del bienestar”, algunos postizos y otros más necesarios. En nuestro pueblo, Valle de Santa Ana, varios edificios quedaron vacíos; magníficos equipamientos construidos en la época del ladrillazo y la subvención, totalmente infrautilizados por falta de presupuesto. Uno de ellos es el centro sociocultural, al que el Ayuntamiento no podía ya destinar una persona que lo abriera en horario de tarde y cuidase del buen uso de las instalaciones y los materiales: juegos de mesa, televisión, videoconsola, recreativos, etc.


La génesis de la idea

Hace tres años nuestro grupo del Movimiento Rural Cristiano comenzó a trabajar el tema de los jóvenes, los niños, la educación. A través del análisis (debate, datos, encuestas…) y la confrontación con el Evangelio, centramos nuestra atención sobre un problema que palpamos a diario: la pasividad de los jóvenes y su tiempo libre evasivo y consumista, que tiene que girar, al parecer inevitablemente, en torno al alcohol. Nos pusimos a trabajar en una acción que:

- motivara a los jóvenes a hacer posible un ocio constructivo y creativo
- intentara desde el principio implicar a otras personas y entidades: padres, Ayuntamiento…
- significara, por tanto, un proceso de participación más que una actividad puntual
- tuviera como protagonistas a los propios jóvenes
- fuera progresiva, sin precipitaciones y sin dar las cosas “hechas”

La propuesta fue bien simple: poner en valor el centro sociocultural como espacio dedicado a los jóvenes, a su tiempo libre y a su convivencia, de manera que pudiera ser gestionado por ellos mismos.

La gestación

El primer paso fue invitar al alcalde a nuestro grupo para intercambiar ideas, pensar propuestas, dialogar, escucharnos… Resultó muy positivo. Desde el primer momento tuvimos claro que no queríamos montar un centro juvenil en la parroquia (como los antiguos “teleclubs”), sino provocar, cuestionar, empujar y ponernos codo con codo para que, junto con más gente, eso pudiera salir adelante.

Todavía en primavera organizamos un primer encuentro con los jóvenes del pueblo que quisieran participar, y un buen grupo acudió a la convocatoria. El alcalde les dio la palabra y allí plantearon muchas inquietudes, desde el paro o los cursos de formación al uso de las pistas deportivas o las fiestas patronales. Y también salió el tema del centro sociocultural como una buena posibilidad para el invierno, la época en que por las noches del fin de semana “no tenemos dónde ir”.

(continuará)

miércoles, 13 de febrero de 2013

CENIZA EN SALAMANCA


Desde el domingo por la noche estoy haciendo la primera sesión del curso de Especialista Universitario en Ejercicios Espirituales de San Ignacio. Y qué queréis que os diga: ¡vaya gozada!

Un grupo de compañeros estupendos: 28 personas en total (laicos, religiosas y curas) con recorrido, formación y entusiasmo. Unos profesores excepcionales, sabios, con muchas horas de vuelo y un conocimiento profundísimo de los Ejercicios. Una metodología ignaciana, activa, que combina el estudio personal, magníficas conferencias, la práctica y el diálogo. Y, sobre todo, una materia extraordinaria: los Ejercicios Espirituales de San Ignacio, un tesoro inagotable, un método genial, una experiencia especial donde las haya.

En el café de media mañana del lunes nos sorprendió la noticia de la renuncia del Papa Benedicto XVI, pero para mí ya eran unos días históricos, que recordaré siempre. Los Ejercicios son de lo mejor que me ha pasado, marcan un antes y un después en mi camino de crecimiento como ser humano y como seguidor de Jesús. La persona que soy hoy no se puede entender sin este proceso, que duró para mí cuatro años.

Así que siento inmenso agradecimiento y un gustazo propio de cochinos en charcos o berros en agua, porque los Ejercicios son una de las cosas que más me gusta en la vida. Por eso me encanta prepararme para darlos, para ayudar a otros a que disfruten de esta aventura de encuentro con Dios que a mí me hace tantísimo bien.

Esta noche, en la parroquia de aquí al lado, hemos comenzado la Cuaresma. Sentado en el banco, "sin hacer de cura", me volaba el corazón a mis Valles, pequeñitos y entrañables. Después de la comunión. una guitarra y un clarinete interpretaron el tema de la banda sonora de "La Misión"... ¡qué momento! Tenía aún la ceniza sobre la cabeza, y con ella he pedido al Señor que me haga mediación de bien para mi gente, que tanto quiero. Y que los Ejercicios sean herramienta preciosa.

domingo, 10 de febrero de 2013

"FRACASA OTRA VEZ. FRACASA MEJOR" (Samuel Beckett)


Ya es una tradición (ver 6 de febrero de 2010) que yo cuelgue lo que me sale como reflexión a partir de este magnífico relato de Lc 5, 1-11, que cada vez se me hace más sugerente y más pegado a la realidad. Por si sirve.

Seguir a Jesús no es un postizo, como ser del Barcelona. No es un hobby, un “gustarme ir a la Iglesia, mirusté”. Es una manera de vivir que implica una misión. Ser cristiano es una tarea, un trabajo que nos encarga otro; es algo que no viene de mí, es iniciativa de Dios, que me elige y me llama. Es un mandao. De hecho, esto es lo que escucha Isaías:

« - ¿A quién mandaré? ¿Quién irá por mí?». Era Dios; necesitaba un portavoz. Y entonces contestó:
«- Aquí estoy, mándame.»

Ser misioneros (corresponsables todos en una misma misión), ser seguidores de Jesús, es algo estupendo: “por la gracia de Dios soy lo que soy” – dice Pablo. Vivir intentando construir el Reino, hacer que nuestro mundo sea más humano (nuestro pueblo, nuestra vecindad y más allá…) es un dinamismo que, cuando lo vivimos, nos hace felices.

Pero… el Evangelio avisa de que la misión conlleva irremediablemente el fracaso. Pasarse la noche faenando y no pescar nada… “La gente no quiere saber nada de Dios”, “los jóvenes no se qué”, “a misa venimos siempre los mismos”; e incluso: “el mundo va cada vez peor”, “somos mu malos”… Lo que dé resultados “champiñón” probablemente no es de Jesús; de lo instantáneo, lo espectacular y aparatoso, de lo muy exitoso o “importante” hay que desconfiar. Lo del Reino no se consigue ni a la primera, ni a la segunda... ni a la enésima.

Es ley en la vida humana: probablemente hay que fracasar muchas veces antes de ver algún fruto. El crecimiento del Evangelio es como el ritmo de la naturaleza, procesos lentos, pequeños y escondidos, pero constantes. Habrá que aprender a fracasar “otra vez”, como dice Samuel Beckett. Insistir con perseverancia en lo que el Señor nos pide, ofrecer una y otra vez, como Él, con su estilo libre y generoso: “si quieres…”. Volver justo donde antes no hemos logrado nada, intentar de nuevo lo que ya salió mal.

Pero hacerlo “por tu palabra”. No porque “me gusta a mí”, o porque “es lo que siempre se ha hecho”, o “porque toca”, sino “porque, Señor, tú lo dices”, “en tu nombre”. Eso es fracasar “mejor”, volver a echar la red donde anoche no pescamos nada, pero hacerlo obedeciendo la propuesta de Jesús, que nos insiste, a trabajar en lo suyo, no en lo mío. Y así, cojamos o no cojamos peces, seguro que su gracia no se frustra en nosotros.

miércoles, 6 de febrero de 2013

LA SONRISA DE CÁRITAS


Estamos celebrando el 50 aniversario de nuestra Cáritas Diocesana. Y yo me pregunto: ¿Loli estaría ya en el comienzo? - "Estaba antes" - me dice algún gracioso (uno de sus compañeros, para más señas).

Cuando llegas a cualquier evento de Cáritas, lo primero que te encuentras es a Loli. Generalmente detrás de una mesa llena de carpetas, y ella detrás de sus gafas, anotando quién ha vendo y quién no. Los cabellos plateados y la sonrisa puesta. Su aspecto a la vez venerable y acogedor te manda un mensaje subliminar de bienvenida: "Eh, que Cáritas es algo serio". Luego, cuando vas conociendo a Marta o a Ana Morlesín, pues ya se te suaviza el cagancho y descubres la realidad (...).

Y es que Loli es el alma de Cáritas. Mira que han pasado delegados, consiliarios, trabajadores, obispos y eras jurásicas... ¡ella permanece! Es la voz de la experiencia por el pasillo o la memoria histórica tomando café; y te invita y todo. La verdad es que hace de relaciones publicas de maravilla; recuerdo la primera vez que fui, cuando la Diocesana estaba todavía en aquel entresuelo de la calle Antonio Masa Campos: me trató como si me conociera de un cincuentenario, y yo era un pichiruchi, un curilla recién llegado. Ahora, que ya soy solamente un curilla, me sigue atendiendo con la misma eficacia y saludando con más cariño si cabe.

Para sus compañeros es "la abuela de Cáritas". Se preocupa por cada uno de ellos y tiene un montón de detalles... pero al más mínimo bordeo los manda a freir espárragos. ¡Jejeje! Tonterías las justas. Debe ser un gustazo trabajar con alguien que genera sencillas modalidades de felicidad. Al estilo de lo que escribe Almudena Grandes:
"Y sin embargo, yo les voy a pedir que sean felices. Que busquen en su interior la llama de una ilusión pequeña, pero tenaz, y la alimenten con mimo durante los 365 días que nos esperan. Que se cuiden, y cuiden a los que tienen cerca. Que sonrían a los adultos, que les hagan cosquillas a los niños. Que canten viejas coplas, alegres o nostálgicas, y bailen agarrados, que se besen mucho, todo lo que puedan, y se esmeren en cocinar platos sabrosos, barrocos, para disfrutarlos juntos en mesas vestidas con manteles blancos. Que aprovechen las mañanas de sol y las tardes de lluvia. Que se muestren orgullosos de su amor. Que lo derrochen.
La amargura nos hará débiles. La indiferencia, la desesperanza, la desunión de las víctimas, fortalece siempre a los culpables. No lo consientan. No les dejen entrar en su casa, emborronar sus paredes, secar sus macetas, acechar el sueño de sus hijos. Sean fuertes, por favor, y sean felices".

En estos tiempos donde todo es líquido, ¡qué estupendo dar con personas sólidas! Gracias Loli por la solidez de tu compromiso, ahí, a prueba de bomba, resistiendo todos los cambios y dentelladas de la vida. Gracias por tu sonrisa, que es cimiento fuerte y amable. Y gracias por regalarme la agenda de Cáritas 2013, que to hay que decirlo y, como cantaba Jorge Negrete, amor con amor se paga. Era 1951...

sábado, 2 de febrero de 2013

VIRUS TRAICIONERO

Vaya nochecita ayer... A las 3 de la mañana empezaron a desfilar las acelgas de la cena, la ensaladilla rusa de mediodía... Me levanto; me acuesto; las tripas rugiendo como Chiwaka; oootra vez arriba. Si los del satélite de vigilancia estaban atentos, se habrán quedado extrañados: "¿dónde va este ahora otra vez?". Ay. Es que estoy malito.

Quería ir hoy a la asamblea de Cáritas. Y lo intenté, oyes. Después de horas con los ojos emparempaítos me levanté, me senté en el sofá... y tuve que esprintar hacia el WC. No entremos en detalles de lo que ha salido por ahí. Flojo del me duché (estaba helado), me vestí (congelado) y me fui al Mercadona a comprar Aquarius. Pero no me sentí capaz de conducir hasta Almendralejo, así que me vine a casa a acostar.

Metido dentro de la falda de camilla, tapado hasta las orejas, sin lograr que las manos y los pies recuperasen la temperatura y bebiendo electrolitos a sorbitos he pasado la mañana entera. Como el Abanico (la parte baja del pueblo) está levantado por una obra gigante, la calle Coronel Jiménez está cortada y los coches no suben, así que no se oye , parece un pueblo fantasma.

Así me he tirao el día casi entero, eso es lo que puedo contar. Solo, en silencio casi sin poder abrir lo sojos. A mediodía me iba a explotar la cabeza, así que pasé a zampar paracetamoles, que me hacen sudar, sentirme mejor o pegar el bajón alternativamente. Me he levantado justo a la  hora de la misa, y a pesar del frío glacial sentía el cuerpo empapado y cortado, el tarro zumbando y una debilidad que casi tiro el cáliz.

El virus asqueroso y maligno ataca y te trastoca todos los planes. Hay que aceptarlo y punto; aunque los veranos en África fueron un buen entrenamiento: cuando estás malo no hay más remedio que parar. Recuerdo aquel anuncio de Micebrina: "usted no puede detenerse por ese resfriado". Que no dice...