viernes, 30 de abril de 2010

PRIVILEGIO

Como me levanto poco antes de las 6:30, la hora del amanecer en este mes de abril coincide más o menos con el momento en que estoy haciendo mi ratito de oración, sobre las 7. Ahora que los albañiles de mi calle parece que ya han terminado, el silencio es casi total y el instante es delicioso. Ahora son casi las 7:30 y en mi cuaderno escribo:


Es un privilegio comenzar el día escuchando el canto de los pájaros, ante ti, Dios mío, señor de la belleza y de la luz. Y contigo "digerir" las cosas de mi vida, ir educando de tu mano mi sensibilidad para saberte encontrar por las calles de mi pueblo, en los pequeños y grandes dramas de cada casa, en las soledades, el dolor callado, la espera, la inquietud y la felicidad del niño.
Mi pueblo es como un bosque que al amanecer se despereza, despierta lentamente al son de los pájaros; y yo me siento como un centinela que vela el sueño de su casa, o como el niño que espera el despertar de una mañana de Reyes, o como quien vigila el latido quedo de un anciano al amanecer...
Es una suerte comenzar la jornada de forma tan hermosa, tan serena y tan llena. Aunque hoy tengo mucho sueño, con los ojos apenas entreabiertos y el olor del café, te digo GRACIAS, y te pido energía, habilidad, paciencia y amor para el camino de este día. Para que mis pies avancen y mis manos construyan. Para ser feliz y hacer feliz.

lunes, 26 de abril de 2010

APOLO Y "EL FUNDI"

Ayer estuve en la inauguración del templo parroquial de Calera de León, una joya de la Extremadura templaria que ha estado más de tras años en barbecho. Lo hice porque me encanta la iglesia (y ahora, ¡qué bonita, más todavía!), porque estuve predicando la novena de la Virgen de Tentudía en septiembre y la gente de Calera me cae bien (empezando por Puri, la secretaria del obispado en Mérida, que me ha enviado esta foto), y sobre todo para agradecerle a mi compañero Juan Apolo lo que él yo sabemos y que pertenece a la pequeña historia del curso pasado en Monesterio.
No se si a Juan le gustan los toros. Después de estar un momento en Calera, ver la iglesia y saludarlo, me fui a Monesterio a comer con mis amigos Mamen Torralba, Lourdes, y el matrimonio Morquechuelo (...), y luego pasé la tarde con mi sobrinos. Entre partido de fútbol y partida de oca (yo reventao) echábamos un vistazo a la útima corrida de la feria de abril en Sevilla, la de los Miuras. Mi cuñao Juan Carlos me explica que son unos toros muy difíciles y en los que es complicado lucirse, así que los toreros no son primeras figuras, sino más bien "fajadores", secundarios que tienen que aceptar este ganado si quieren torear en la Maestranza. La faena del Fundi me impactó: cómo se peleó con el toro, cómo luchó contra él, con qué honestidad y valentía se enfrentó a esa "alimaña" que le pegó por todos lados... No se llevó premio porque mató a la tercera estocada, pero se le veía contento por haber sacado el máximo y con muchísimo trabajo.
Todo el rato el Fundi me recordó a mi compañero. Es un cura de pueblo honesto, valiente, muy trabajador; no está considerado en nuestro gremio como una "estrella" (igual que yo), y por eso quizá ayer no había ningún "gran jefe" en el evento... Es un cura al que ya la necesidad o la frivolidad de la institución le hizo trasladarse no de la mejor manera y para torear en una plaza difícil y un poco convulsa en aquel momento. Pero su trabajo discreto, su hablar en Roman Paladino, su no casarse con nadie y su tenacidad evangélica le han premiado con el trofeo mejor: el cariño de su gente, además de (se me olvidaba) una preciosa iglesia prácticamente rehecha.
Los secundarios va a lo que van; no persiguen reconocimientos ni cargos, ni que les doren la píldora. No quieren ser "importantes" y se comprometen a tope con el pueblo con el que caminan. Gracias a ellos, como mi compañero Apolo, la iglesia sigue tirando y se hace creíble en el mundo de los sencillos, el pobre mundo rural lleno de secundarios a los que Dios prefiere. ¡ENHORABUENA, COMPAÑERO!

sábado, 24 de abril de 2010

DESAZONADO

Así estaba yo anoche y así me he sentido hace un rato, cuando ha sonado el despertador. Entraba la claridad por la rendija, algunos pájaros ya cantaban, y yo estaba desazonao, esa palabra que me gusta tanto.
¿Por qué? Porque anoche, en mi grupo de gente joven, el grupo que va trabajando con la metodología del Movimiento Rural, no fue la cosa bien. El grupo es irregular en la asistencia, hemos encadenado varios viernes un poco así y hemos perdido un poco el hilo de lo que estamos haciendo. Además, cuando vemos el tema de ir a Almoharín a celebrar el día del mundo rural, el día 1 de mayo, parece que la gente no está muy animada. Cogemos no obstante el tema, comentamos en 5 minutos, buscamos las notas anteriores, nos atascamos, no parecemos muy centrados... y nos vamos. Yo bastante gurruñío.
Me conozco y se que cuando estoy cansado (y anoche estaba agotado) tengo menos paciencia y pongo caretos que echan para atrás. Tengo muchas esperanzas en este grupo, estoy muy contento del trabajo que estamos haciendo, pero no puedo caer en la tentación de tirar del tallo de la planta para que crezca antes, como dice el compañero Ángel Martín. Y desde luego tengo mucho camino por recorrer hasta aprender que las cosa sno siempre salen como a mí me gustaría.
Pero bueno... éste soy yo. Con mis virtudes y mis defectos. El mismo que logra motivar, enganchar a la gente... el mismo que no tiene a veces suficiente paciencia y confianza para que las cosas sigan su proceso. Si alguno del grupo lee el blog, pues lo siento; Mariajosecuenda, David, Cribeñas, Loli... no dudéis que estoy dispuesto a seguir trabajando a tope, acompañándoos en este camino. Porque eso sí: soy más cansino que un martillo pilón; como esté convencido de algo, cojo una linde, se acaba la linde y sigue el tonto.

miércoles, 21 de abril de 2010

LA PERRA BENDECÍA

Son de esas historias que no me resisto a contar, sobre todo al final de un día maravilloso como ha sido éste.
No se trata de una perra-animal, sino de una perra de 20 céntimos, negra, de ¡Alfonso XII! La tiene esta señora, que se llama Piedad y es del Valle de Matamoros. Es una persona bastante agradable de por sí, se lo pasa uno muy bien cuando va a verla, pero es que ayer fue ya desternillante.
Piedad "sabe mucho de huesos", en sus años mozos, cuando no había médico ni ná, ella cuenta que curó muchos males con ayuda de su perra. A más de uno se la ha colocado sobre un tobillo maltrecho, un hombro dislocado o un brazo roto, y con unas oraciones y ungüentos, la perra bendecía ha hecho su efecto y ha curado el mal en pocos días.
Piedad, que siempre habla, como dicen últimamente, "en Roman Paladino", me ha enseñado su perra: negra renegría, gastada, con más de 100 años posiblemente... Con o sin perra, ella sabe colocar huesos en su sitio (incluso se colocó un hombro a sí misma una vez con ayuda de una cuerda y un gancho de colgar lomos). Es una superviviente de la medicina popular, de la ayuda entre vecinos en tiempos de pobreza y de ignorancia; una mujer valiente, decidida y franca, que tiene fe en su perra y en su conocimiento.
Yo no se qué habrá de verdad en todo esto. Sé que estar un rato con Piedad, que te trata desde sus 85 años es algo que cura, anima, hace ver las cosas con otros ojos, pisar el camino de la vida con más cuidado y respeto. Me siento más afortunado por ser quien he sido y quien soy, y por conocer a Piedad y a su perra. ¡Vaya que sí!


lunes, 19 de abril de 2010

QUÉ PIENSO SOBRE ESTO DE LA PEDERASTIA

Tanto va el cántaro a la fuente que al final hasta yo voy a tener que escribir lo que pienso sobre los escándalos de pederastia en "miembros de la Iglesia" (se refieren a los curas, como si los laicos no fueran de verdad miembros...).
Pues yo opino lo mismo que el Papa, que en su visita a Malta dijo ayer que la Iglesia "está haciendo y continuará haciendo" todo lo que esté en sus manos para investigar las acusaciones, "para llevar ante la justicia a los responsables de los abusos (...)".
Blanco y en botella... Ante casos de abusos sexuales a menores, SEAN QUIENES SEAN LOS CULPABLES, salvaguardando la intimidad de las víctimas y evitando en lo posible el escándalo... HAY QUE LLAMAR A LA POLICÍA. Y punto.
Y quien no lo haya hecho en el pasado, ha hecho mal. Sin justificación.
Eso es lo que yo pienso y no creo que haga falta escribir más por hoy.

viernes, 16 de abril de 2010

YO TENGO FE EN EL MUNDO


La frase no es mía, es de Teilhard de Chardin: "Yo creo en el mundo". Yo creo en el mundo y lo experimento como lleno de Dios... "la presencia del Todo en el mundo se nos impone con la claridad de una luz".

Por supuesto que en el mundo y en el ser humano hay mal, y mal radical, jamás se puede separar el trigo de la cizaña; pero creo que el mundo está animado por el Espíritu, que experimenta un caminar, una evolución hacia el Bien; creo que el mundo está lleno de gente buena, de testigos en los que Jesús resucitado se aparece "en figura de otro" (Mc 16, 12); creo que el mundo está lleno de Dios "con apariencia diferente" y con la presencia permanente de la cizaña.

Pero no creo que nadie ni nada amenace a los cristianos, no me siento perseguido. No creo que el Mundo esté tan mal y tan lleno de porquería que haya que destruirlo y hacerlo de nuevo... Creo que el Padre, por Jesús, lo ha redimido, y mientras el mundo camina por ese proceso, tenemos la tarea de edificar el Reino, de hacer presente a Jesús "con apariencia diferente", amando con pasión las cosas de abajo, que son nuestras cosas porque son intensamente de Dios, como el pan, el vino o el aceite...

Amo esta tierra como te amo a ti, Señor. Amo a estas gentes porque estás en ellas, lo sepan o no. ¡Amo a este pueblo! Escucho tus llamadas en él, presiento tu mirar, noto tu perfume.

miércoles, 14 de abril de 2010

LA IMPOTENCIA DEL QUE BUSCA


Ya tenía yo dejado un poco el blog, es verdad... Tanto ajetreo en la Semana Santa, tanto disfrute, tantos kilómetros y trajines... Pero ya estoy de vuelta. Me siento esta mañana sencillamente agotado; por todo lo anterior y también por los vuelcos del tiempo (el cuerpo es como un radar) y algo de astenia. Así que me lo tomo con filosofía...

Tenía pendiente contar un hecho de vida peculiar, que ocurrió en mi pueblo el jueves pasado. Después de celebrar un entierro y asaltar el Mercadona (no tenía ná de ná) y todavía con las bolsas en el coche, me cruzo con una mujer que me dice que "ahí en los Valladares pasa algo, hay mucha gente arremoliná". Me acerco y me cuentan que un hombre soltero, diabético, depresivo... se ha marchado temprano, antes de que se levantasen en su casa, y todavía no ha acudido (acudir es una palabra que se usa mucho aquí, y puede ser un verbo transitivo, le acudo).

De repente la jornada se puso como entre paréntesis. Nos miramos, conversamos nerviosos, llamamos a la alcaldesa y a la guardia civil... y nos unimos a quienes hacía rato que estaban buscando. El cura de pueblo se transformó en buscador de un desaparecido, un posible suicida... Miramos en las cunetas, en los cercaos, fueron a los pozos cercanos, a Barcarrota, a la Margarita, preguntaron en la Dama, llamaron al hospital a Badajoz... Nos fuimos cansando y desesperando poco a poco. Yo sentía que debía estar ahí, ¿cómo iba a irme a casa con mis bolsas de la compra?

Llegaron los civiles, fuimos regresando al lugar de reunión y nada. Recordé el cuento del pastor que pierde una oveja, me hice idea de la angustia, de la impotencia, intuí lo que se siente cuando se pierde alguien que quieres...

Ya estábamos temiendo que se echara la noche cuando apareció; en un campo relativamente lejano, sentado y preguntando qué pasaba. No sabía qué haía ahí, por qué estaba ahí, sólo dijo que por la mañana "dió en andar y...". Suspiramos aliviados y nos sonreímos encantados.

De pronto comprendí que eran las cinco y media de la tarde y que no había comido ni casi desayunado. En casa me encontré con un plato de lentejas de mi vecina Josefita (le debo otra entrada del blog) y me dormí la siesta terriblemente cansado, tanto como como hoy pero... feliz.
Bueno, también como hoy.