jueves, 30 de mayo de 2013

43 CASTAÑAS


El pelo emigrante, las rodillas crujientes, la barriguita atrevida y la vista que, por momentos, dimite de distinguir las churras de las merinas y medita encargarle a Loren una ayuda para leer. Sí. Son los estragos de la edad. Y no es broma, porque hoy caen 43 castañas.

"Voy a recordar las obras de Dios". Así empieza la 1ª lectura de hoy (Eclo 42, 15) y así me siento: agradecido. Como dice siempre Gabriel Cruz, "reconciliado conmigo mismo". Serenamente contento de quién soy, cómo soy y en qué punto me encuentro. Bullendo, lleno de ideas, emociones, proyectos, pero sin necesitar digresiones o sueños. Más conocedor del espesor de lo cotidiano y sus contradicciones, consciente por fin de las aristas de mi mediocridad y en permanente escucha de mis cicatrices, que me enseñan cada día.

A estas alturas no son precisas lentes para ver que la vida no es tal como me la imaginé, es mucho más real, más áspera, más compleja, más apasionante. Agradezco los trabajos de Dios en mí, todo lo doy por bueno, todo lo recibo en esta mañana con humildad, con temor y temblor.

Mi sobrinos me mandan fotos y un vídeo, recién levantados, con los caretos legañosos y los pelacos, me dicen felicidades y me tiran un beso que a mí me sabe tan dulce como el Licor 43 aquel que tomábamos de adolescentes. Este beso es lo que la vida me regala hoy, en este paso del camino. Es el propio camino lo que merece la pena, lo grande es la capacidad de caminar y de encontrar manos que apretar, manos que Dios te da, sus manos en los demás. Así lo cuenta Tagore.

Cuando iba caminando por el día, me sentí seguro; y, envanecido de mi propia agilidad, no reparé en la maravilla de tu camino; que tu propia luz estaba entre nosotros dos.

Ahora es de noche, y siento, a cada paso, tu camino, en la oscuridad; y el olor de las flores, que llena el silencio, como si fuera eso que dice bajito la madre al niño, cuando la luz se ha apagado.

Te tengo apretada la mano, y tu contacto está conmigo en mi soledad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

felicidades en union de todos los santaneros un beso cesar

Anónimo dijo...

felicidades en union de todos los santaneros un beso cesar

Anónimo dijo...

Desde Monesterio te recordamos, y te deseamos que cumplas un montón de años más, con esa salud interior y fisica que te caracteriza y nos dejas ver con tus palabras. Te queremos. Un abrazo.