martes, 11 de enero de 2011

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Esos son los kilómetros que he hecho desde el día de Nochebuena hasta el sábado 8 de enero, o sea, durente las vacaciones de Navidad. Dice Jose Rubio que ha pasado las navidades en el coche, ja, ja, ja... Yo no tanto, pero casi... Si los del satélite o los extraterrestres que sobrevuelan la Tierra nos están grabando, tienen que estar extrañadísimos: dos semanas de comer, misas, comer, comprar, comer, felicitar, comer, telefonear, ragalar, comer... Y luego dos semanas de "duelos y quebrantos" (¡la cuenta a cero patatero!) y de "desintoxicación navideña" a base de cañonazos de acelgas y abstinencia de dulces. Jaja.
Con todo, hay que ver lo que es el descanso. No solamente dormir más, trabajar menos... sino desconectarte, olvidarte de las rutinas, salir físicamente del "lugar del crimen", hacer cosas diferentes, ver a otra gente, cambiar de registro, sacar otros temas... Toso eso descansa. He estado con mis viejos amigos y con amigos más recientes; me he zampado la tortilla de patatas de mi mami; me he tomado un limoncello en el Parador con mi cuñado y mi sobrino; me he resfriado bajo la lluvia montado en mi carroza al lado de un dinosaurio de cartón piedra; he comprado una chupa en las rebajas entre nubes de gente frenética; he releído "El camino" de Miguel Delibes y he llorado, como cuando estaba en 6º de EGB... Me siento renovado, más fuerte, más capaz, más rápido, más relajado y positivo, tanto que me parece que puedo llevarlo to palante, aunque sé que he de tener calma y cuidado.

Y me encuentro de nuevo en mi puesto, en mi casa, en mi pueblo. Mi pueblo pequeño, suavemente ajetreado, lejos del estruendo de la gran cuidad; mi pueblo en el que conozco a todo aquel que me encuentro por el camino de cada jornada; mi pueblo con sus alegrías, su belleza, sus miserias, sus bondades y mezquindades. Como dice Paco Contreras, que en paz descanse, "no me canso de mirarlo. Lo abarco con un solo golpe de vista. Me cabe todo entero dentro de los ojos. Lo amo tanto que lo llevo entero en el corazón".
Esto es lo que me sale hoy. Y eso que empecé contando lo de los kilómetros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Lo esencial es invisible a los ojos, solo se ve bien con el corazón..." por ahí anda el dicho del principito, ya te veo como príncipe en las carrozas, y además con el corazón a punto. Yo mire la misma foto (mi cuenta kilómetros)que tú y me pongo nervioso..... es hora de parar pero cómo????????
"El celo de tu casa me devora"
A ver si viene alguien y me da el relevo

margarita dijo...

Yo no me he movido de mi pueblo en las Navidades de este año, pero no por ello he dejado de vivirlas muy intensamente con mis niños haciendo de " Reina Maga" y comida para todos.
Lo importante es tener o sacar motivos para estar junta la familia, pero no hay cansancio cuando se los ve felices a todos y en particular a los niños.
Que siempre le hagas kilómetros al coche por motivos agradables.
Te deseo un buen 2011.
Un abrazo.