jueves, 27 de mayo de 2010

LIBROS USADOS


Estoy hoy en Mérida y aprovecho para hacer cosas varias, además de seguir una cura de engorde a cargo de mi madre, que cada día se parece más a mi abuela (...).
Tenía ganas de escribir sobre el hecho de haber sucumbido a la tentación permanente de... comprarme libros. Sí, lo confieso: me encanta tener libros. No cualquiera, adquiero mis libros favoritos, que generalmente elijo muy bien y experimento un gran placer cuando los consigo.
Últimamente he probado a comprar libros agotados y descatalogados a través de internet, en portales especializados que te derivan a las correspondientes librerías. Es estupendo tener libros que siempre quise tener cuando era un jovencito estudiante de teología. Libros míticos, de autores sospechosos de rojedad, algunos de ellos condenados o apartados de la enseñanza por presuntos ramalazos de heterodoxia o simplemente por ser de pensamiento muy avanzado.
Es curioso que, si te pones a buscar hoy, nadie escribirá sobre ciertos temas teológicos o pastorales como el celibato opcional, el sacerdocio de la mujer, la opción por los pobres, las comunidades de base... en este momento eclesial suenan casi a extraterrestre entre tanto clerigman y obsesión por la rúbrica. Para encontrar reflexiones críticas y valientes sobre estas cuestiones hay que irse a los libros-sandía (verdes por fuera y rojos por dentro) de los ochenta; los autores con posiciones intelectuales que cuestionan la línea oficial tienen en torno a los ¡80 años, ja, ja, ja...! Qué bárbaro, los incendiarios son los ancianos, los demás están producidos en serie por la factoría vaticana como Brunos Fortes del montón. Aquí se aprecia inequívocamente le frenazo y la involución a que están sometiendo las intuiciones del Concilio.
Además, estos libros que me llegan son usados. Eso les añade un plus de interés. No suelen tener el nombre del anterior propietario, pero... ¿a quién perteneció, por ejemplo, "Iglesia: carisma y poder"? ¿A algún cura, o estudiante...? A veces están subrayados, a veces con colores, a veces tienen anotaciones a lápiz. Me gusta sentir que recojo el testigo de una tradición de pensamiento y de inquietud. Textos que iluminaron mentes creyentes, que probablemente tomaron opciones auténticas, personas que intentaron vivir su seguimiento de Jesús con valentía quizá incendiaria... ahora están en mi estantería. Fiuuuuuuuuu.....!!!!


4 comentarios:

Nita dijo...

Jajajaja... Me parto!! Libros sandía, jajajaja, weníjimo!!! ¿Y si te pones tú a escribir sobre esos temas que nombras? Ya sé que no tienes 80 años, pero estás pegándole patás a los 40, que tampoco es mala edad, jajaja. Que te quiero mucho.

Anónimo dijo...

tu siempre sera jovén ha pesar de la adad me vuelto mas sensible lo siento por ser asi de sensible " por todo lo que me hapasado en mi vida

loli dijo...

tu siempre sera jovén ha pesar de la adad me vuelto mas sensible lo siento por ser asi de sensible " por todo lo que me hapasado en mi vida.

Anónimo dijo...

Me parecen super interesantes dos de los temas que has tocado (los otros no se a que te refieres): el celibato opcional, el sacerdocio de la mujer. Creo que deberían ser temas que tratase la Iglesia para que se fuese adaptando a los tiempos. Además no veo impedimentos ni en el Viejo ni en el Nuevo Testamento