jueves, 11 de febrero de 2010

ELLACURÍA



Recientemente se cumplieron 20 años del asesinato de Ignacio Ellacuría, sus cinco compañeros jesuitas, la trabajadora doméstica Elba Ramos y su hija Celina el 16 de noviembre de 1989 en el campus de la UCA en El Salvador.

Días atrás he leído algunas cosas sobre este cura comprometido con "la aflicción de mi pueblo" salvadoreño hasta el punto de entregar literalmente su vida. Y ha habido algo que me ha encantado y a lo que doy vueltas: Ellacuría solía decir que hay que:

- "hacerse cargo de la realidad", es decir, entender la realidad desde dentro. Conocer el pueblo y su historia, comprender los confictos, las carencias, las características, los logros y los sufrimientos. Pero desde dentro.

- "cargar con la realidad", que es hacer que las historias concretas, individuales y colectivas de mi pueblo impregnen mi reflexión. Él hablaba del carácter ético de la inteligencia: mi ser "uno de los nuestros" contagia mi percepción y mi análisis del pueblo, de los jóvenes, de las situaciones... Así yo pienso de manera comprometida, reflexiono como parte de la realidad que vivo y amo. Los deseos, las aspiraciones, los dolores y contradicciones de mi pueblo son también "míos", y mi reflexión creyente es "suya".

- "encargarse de la realidad", que es hacer que la reflexión se convierta en acción (carácter práxico de la inteligencia): implicarme, mojarme, mancharme de barro, bregar... No sólo decir o pensar, sino hacer, con toda la carga de riesgo que eso conlleva.

Gracias, Ellacu.

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