viernes, 4 de octubre de 2013

PAN Y BRACKETS



Los chavales de 6º de mi parroquia, que hicieron la primera comunión hace dos años y el curso pasado estuvieron en postcomunión, han decidido en bloque que este curso no van a tener catequesis para "descansar". Y punto.

De hecho, no vino ninguno a la fiesta-merienda del primer día. Había que ver la cara de su catequista, pobrecita, ella que ya se había hecho ilusiones y que se iba a atrever a coger a este grupo sola después de dos años de experiencia... Porque estos niños y niñas son realmente estupendos, y el año pasado funcionaron magníficamente con el taller "Navegantes": se divirtieron, hicieron un montón de dinámicas, leyeron el Evangelio, jugaron...

Algunas zagalas de este grupeto aparecieron el sábado pasado en misa. Su lenguaje corporal indicaba que se sentían un poquillo culpables de la desbandada: llegaron un minuto tarde y se fueron pitando, sin dar tiempo ni a saludar. Pero que no se preocupen, porque no estoy enfadado. Solamente me siento algo triste y decepcionado, y desde luego pensativo: le he dado bastantes vueltas al asunto.

Y no lo acabo de comprender. Solo han estado dos cursos en catequesis, pero están cansados. Y el caso es que han sido años de reuniones muy entretenidas, participativas, activas... No me gusta que la catequesis sea como una "clase". No les hemos estado arrancando la piel a tiras precisamente. Quizá están apuntados a tantísimas cosas, que mira, este año nos aligeramos. Y cae aquello a lo que se le da menos valor, no falla. No podemos competir contra el fútbol, las clases particulares, mil actividades. Y duele.

Luego está el método "a la francesa". Ni una sola explicación. Nadie ha tenido valor de venir a decir "adiós" o "hasta luego". Alguna madre anunció algo, como que no había forma de torcer Su Voluntad cuando sus hijos dijeron que "este año no me apunto a catequesis". ¿Y si hubiera sido "este año no me apunto al cole", cómo lo hubieran encajado? Jejeje.

En fin. Hay que tomárselo con deportividad. En la parroquia todo es gratis y libre, no podemos obligar a nadie a nada, y estamos indefensos ante el rechazo de nuestros ofrecimientos. Como cuando vas al dentista y te ves allí, con la boca abierta y solo esperando y temiendo lo que te quieran hacer, impotente. He ido esta mañana y qué miedo.

Me da lástima porque la catequesis es una experiencia preciosa y se la van a perder. Me da pena que su catequista no pueda disfrutar con estos niños, aprender de ellos, compartir la riqueza de la fe y el conocimiento de Jesús con sus palabras. Diosito ya no podrá verlos cada miércoles en el sagrario para que le cuenten "algo personal". No tenemos tiempo para Él.

Esta foto es de Celendín (Perú), de uno de los días que pasé allí. A la hora de la catequesis la parroquia se ponía a reventar de muchachos. Este grupo se había ido al patio porque hacía buena tarde: ¡una catequista y cerca de 30 niños! No daban abasto. Y acá una catequista sin niños. Dios le da pan a quien tiene tantos brackets en los dientes, que no valora el pan.

Quizá el curso que viene nos tomemos un año sabático en la parroquia y no ofertemos 1º de Confirmación... (Jejeje).

5 comentarios:

Autóctono dijo...

No me gusta pensar mal, pero realmente, ¿esta idea ha salido de los niños? ¿ o de algún adulto?

Autóctono dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

QUE PENA CON TODO EL TRABAJO QUE HACEMOS LAS CATEQUISTAS.ES VERDAD QUE ALGUNAS VECES,YO ME SIENTO MAL,VACIA,COMO SI LO QUE HICIERA CAYERA EN UN POZO,Y NO SIRVIERA PARA NADA.

Unknown dijo...

No te sientas vacia, no te vengas abajo, todo lo que se hace con cariño,tarde mas o menos,diempre da sus frutos,pero eso si,armate de paciencia,las cosas buenas les llega a aquellos que saben esperar .

Unknown dijo...

No te sientas vacia, no te vengas abajo, todo lo que se hace con cariño,tarde mas o menos,diempre da sus frutos,pero eso si,armate de paciencia,las cosas buenas les llega a aquellos que saben esperar .