Dos: que, en esa homilía, Mons. Carlos Castillo le haya
dicho a la presidenta de la República, los congresistas y políticos en general,
su vida, las verdades del barquero, les haya “sacado el ancho” sin tapujos,
con claridad cristalina y sin ahorrarse un matiz.
Y tres: que el nivel de hartazgo de la clase dirigente en este
país haya escalado hasta las mismas cumbres de su impunidad y su corrupción, de
modo que el mensaje del obispo haya pasado medio desapercibido, como el
discurso de Dina.
Por eso me interesa reproducir acá algunas frases tomadas de
la página de Facebook del Arzobispado, por si así puedo dar un poco de
difusión. Cito en cursiva y comento algo… pero no necesitan mucho aderezo.
“Para ser un verdadero dirigente se requiere sentir las
tareas encomendadas desde las vísceras más hondas de su vocación. No es actuar
como un simple y triste funcionario, lleno de criterios superficiales, frívolos
y banales, ni distraerse en cosas de poca monta”.
Y, sí. Estamos perdidos en Rolex, operaciones estéticas y subidas de sueldo mientras 11 millones de peruanos no tienen acceso a agua potable ni sistemas de alcantarillado.
Y, sí. Estamos perdidos en Rolex, operaciones estéticas y subidas de sueldo mientras 11 millones de peruanos no tienen acceso a agua potable ni sistemas de alcantarillado.
“La actitud dictadora y mandona viene de personas sin
vocación entrañable. Quizá por eso, el sujeto dirigencial se forjó sin vocación
democrática, primando más los intereses particulares que el amor entrañable en
favor de todos”.
Ahí está, creo, la raíz de la mayoría de los males: los políticos buscan su propio interés por encima del bien común, el gobierno favorece a los “dueños del Perú”, los congresistas hacen leyes para beneficiar a las empresas mineras, madereras… de las que son dueños.
Ahí está, creo, la raíz de la mayoría de los males: los políticos buscan su propio interés por encima del bien común, el gobierno favorece a los “dueños del Perú”, los congresistas hacen leyes para beneficiar a las empresas mineras, madereras… de las que son dueños.
“Gracias a Dios que nuestro pueblo no calla porque es un
pueblo digno, consciente de que la República es para todos. Y, porque desde
esos movimientos que surgen por todos lados, se va generando un nuevo consenso
nacional”.
Realmente la sociedad civil está generando plataformas ciudadanas que pueden ser una auténtica alternativa a los partidos políticos tradicionales, formados nomás para enriquecer a sus cuadros.
Realmente la sociedad civil está generando plataformas ciudadanas que pueden ser una auténtica alternativa a los partidos políticos tradicionales, formados nomás para enriquecer a sus cuadros.
“No contribuyamos a que surja la anarquía, hagamos una
autocrítica todos, incluso la dirigencia eclesial. Reconozcamos que una amplia
capa de la dirigencia nacional vive de espaldas a la mayoría y solo ve su
propio interés”.
También las autoridades eclesiales tienen que vigilar para no caer en la tentación del autoritarismo, el ensimismamiento y los intereses particulares.
También las autoridades eclesiales tienen que vigilar para no caer en la tentación del autoritarismo, el ensimismamiento y los intereses particulares.
“Nuestro pueblo percibe que son pocos los que actúan por
vocación de servicio, como María, y que un espíritu mafioso se ha apoderado de
nuestros corazones, dejándose llevar por la malsana tendencia mundial de la
indiferencia egoísta y tiránica”.
Asu, acá más o menos llama “mafiosos” a los políticos. Realmente estamos gobernados por una coalición que Pilar arroyo califica de “autoritaria, ultraconservadora, mafiosa y corrupta”, que estos años ha destruido muchos avances en políticas públicas tan importantes como educación, salud, transporte, medio ambiente, minería, tributación, etc.
Asu, acá más o menos llama “mafiosos” a los políticos. Realmente estamos gobernados por una coalición que Pilar arroyo califica de “autoritaria, ultraconservadora, mafiosa y corrupta”, que estos años ha destruido muchos avances en políticas públicas tan importantes como educación, salud, transporte, medio ambiente, minería, tributación, etc.
En fin… este pueblo al menos grita por sus derechos y
cuestiona a sus gobernantes, y aleluya si lo puede hacer mediante la tribuna
del obispo de Lima, de la Iglesia. No salgo de mi asombro ante el grado de:
el deterioro social y económico del Perú; la caradura de ministros, diputados,
gobernadores y alcaldes; el sufrimiento de la inmensa mayoría de la población;
y el manejo de los medios de comunicación para amañar, lavar, esconder y
tergiversar.
A pesar de todo amo este país: ¡viva el Perú!
1 comentario:
Necesitamos que la voz de Dios la escuchen nuestros gobernantes a través de nuestros pastores y personas valientes, honestas y comprometidas con el país honestas
Publicar un comentario