Seguro que a Pilar Arroyo no le importa que yo reproduzca
en parte y parafrasee su artículo de Coyuntura de este mes de agosto 2025, que
se puede leer completo acá. Lo que yo quiero decir, ella lo dice mucho mejor.
Un buen ejemplo para entender lo que está ocurriendo en Perú
se dio el 13 de agosto: la presidenta Dina Boluarte promulgó una infame y vergonzosa ley que
otorga amnistía a los miembros de las fuerzas de seguridad y de los comités de autodefensa
por crímenes graves contra los derechos humanos cometidos durante el conflicto
armado interno, entre 1980 y 2000. De este modo la coalición gobernante ha
seguido avanzando en sus objetivos de control de las instituciones e impunidad
para delincuentes y violadores de los derechos humanos.
La norma fue promulgada con amplia fanfarria en Palacio de
Gobierno, ignorando el pedido de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) de que el Ejecutivo observara la ley enviada por el Congreso (…). En Palacio
se dieron un gran abrazo Dina Boluarte y el General Rivera Lazo, condenado a 25
años de prisión por haber sido el jefe directo del Grupo Colina*.
Esta ley concede amnistía a miembros de las Fuerzas Armadas,
la Policía Nacional y a miembros de los Comités de Autodefensa que participaron
en la lucha contra el terrorismo y fueron denunciados, investigados o
procesados por diversos delitos considerados de lesa humanidad. Su
aplicación anula 156 sentencias y 600 procesos en curso, beneficiando entre 300
a 900 policías, militares y miembros de los comités (se han dado ambas cifras),
envueltos en 756 casos de graves violaciones a los derechos humanos durante
la época de la violencia política que azotó al país.
Inmediatamente después de la ceremonia de promulgación en
Palacio, Fernando Rospigliosi declaró que darán una similar para Dina y demás
responsables de los 49 asesinados en las protestas de diciembre 2022 e inicios
del 2023.
Numerosas organizaciones nacionales e internacionales han
manifestado su condena a dicha norma; citamos aquí lo dicho por Volker Turk,
alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos:
“La ley de amnistía promulgada en Perú viola los estándares internacionales y es un retroceso en la búsqueda de justicia por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno en el país. El derecho internacional, al que está obligado Perú prohíbe claramente las amnistías y la prescripción de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario” (negritas del original).
“La ley de amnistía promulgada en Perú viola los estándares internacionales y es un retroceso en la búsqueda de justicia por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado interno en el país. El derecho internacional, al que está obligado Perú prohíbe claramente las amnistías y la prescripción de graves violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario” (negritas del original).
En las Conclusiones del Informe Final de la Comisión de la
Verdad y Reconciliación (CVR), tan vilipendiada por el sector partidario de
esta amnistía, cuando se refiere a la labor de las fuerzas armadas, se afirma:
“En ciertos lugares y momentos del conflicto la actuación de sus miembros no sólo involucró algunos excesos individuales de oficiales o personal de tropa, sino también prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los derechos humanos que constituyen crímenes de lesa humanidad así como transgresiones de normas del Derecho Internacional Humanitario” (Conclusión n. 55).
“En ciertos lugares y momentos del conflicto la actuación de sus miembros no sólo involucró algunos excesos individuales de oficiales o personal de tropa, sino también prácticas generalizadas y/o sistemáticas de violaciones de los derechos humanos que constituyen crímenes de lesa humanidad así como transgresiones de normas del Derecho Internacional Humanitario” (Conclusión n. 55).
Esta afirmación fue claramente demostrada en los casos
emblemáticos de las masacres de Cayara (donde infantes de Marina drogados
violaron a las mujeres antes de matarlas), Putis, Los Cabitos (sede del Comando
Político Militar de Ayacucho) y Umasi (1983); todos ellos en Ayacucho. También
en el caso de Barrios Altos en Lima (donde fueron asesinados heladeros que hacían
una pollada que nada tenían que ver con Sendero Luminoso, entre ellos un niño
de 9 años); y también, una vez más, en el juicio a los responsables de las
violaciones masivas a mujeres en Manta y Vilca; así como muchos otros casos
más.
Por otro lado, las declaraciones del ex teniente Telmo
Hurtado, en 1985, en el juicio que se le siguió por la masacre de 69 comuneros
de Accomarca (26 de ellos niños), dejaron en claro que los superiores
permitieron una política de exterminio contra campesinos inocentes, entre ellos
niños y ancianos. Ello fue corroborado por el entonces candidato
presidencial Ollanta Humala, quien señaló que el Manual de Contrainsurgencia ME
41-7 ordenaba matar a jefes y a quienes se considerara colaboradores de la
insurgencia, aunque no estuvieran armados.
La actuación de la coalición autoritaria, ultraconservadora
y mafiosa que gobierna Perú ha demostrado hasta la saciedad que no los guía la
búsqueda del bien común, sino sus particulares, criminales y oscuros
intereses.
El grupo Colina participó en los asesinatos y desapariciones
de al menos cuarenta y nueve personas, mediante sistemáticas violaciones a los
derechos humanos, siendo las más destacadas las masacres de Barrios Altos y La
Cantuta.
Durante los procesos de Alberto Fujimori, el expresidente fue condenado por su responsabilidad mediata de las actividades de este destacamento, al igual que el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos. Los miembros del escuadrón fueron condenados a penas entre quince y veinticinco años de prisión.
Durante los procesos de Alberto Fujimori, el expresidente fue condenado por su responsabilidad mediata de las actividades de este destacamento, al igual que el exasesor presidencial Vladimiro Montesinos. Los miembros del escuadrón fueron condenados a penas entre quince y veinticinco años de prisión.
2 comentarios:
Estamos llamados a recordar lo que sucedió en el Perú, no podemos aceptar esa ley...va en contra de la dignidad del ser humano...levantemos nuestra voz de protesta
Que horror , una se pregunta como puede existir tanta maldad en el ser humano?
Publicar un comentario