jueves, 2 de octubre de 2014

SALUDANDO A IÑAKI Y A JUANITO


En mi primer día suelto por Perú, no podía dejar de ir a ver a estos dos personajes, que estaban acá esperándome desde hace tiempo. Para manejarse uno por este caos que es Lima, se agarra una combi, una furgo tipo Vanette de 12 teóricas plazas, tapizada de palabras con los destinos por fuera y repellada de asientos por dentro. Me monto y comienza la aventura.

El tráfico es una selva movediza por la que se transita con la norma de "quítate, que voy yo", pero los chóferes no conocen el miedo y van que se las pelan, evitando milagrosamente mil choques cada minuto y guardando una distancia de 5 centímetros con el vehículo delantero. Me tapo los ojos y escucho los pitidos, los fenazos y la voz del muchacho que hace de revisor, que en cada paradero canta los itinerarios más rápido que el que vende camarones en la playa: "¡Sanfelipe-Salaverry-Brasil-Benavides-Sanfelipe-Salaverrysalaverryyy!". Madre mía.

Me bajo en la plaza del 2 de Mayo y comienzo a caminar por el casco histórico. Aquí perdura la costumbre de los barrios ocupados por gremios, y en Emancipación veo todas las tiendas de sillas de ruedas del mundo, más allá millones de imprentas todas en la misma calle, o en el jirón Puno incontables almacenes de menaje de cocina. A medida que me acerco al centro, la ciudad parece más elegante, pero la pobreza acecha por todos lados, no cabe duda. Solo hay que levantar la vista para que las paradojas de este país te sorprendan, niños limpiabotas que deberían estar en la escuela junto a tiendas pijas de ropa de marca.

Las hermanas me han explicado que la iglesia de los jesuitas está cerca de la Plaza de Armas, y aunque me avisaron, me quedo sin aliento ante los retablos barrocos, la profusión de imágenes y la riqueza ornamental. Qué bárbaro. En un costado, una enorme imagen de San Ignacio preside un impresionante retablo de madera. Aunque pasan bastantes personas, el templo es enorme y hay mucho silencio; me siento, miro al santo y pienso en lo que él tiene que ver en el camino que me ha traído acá. Los Ejercicios, el discernimiento, la libertad, el toma Señor, mis panes y mis peces.

Un rato más tarde, entro en la catedral. A la derecha, la tumba de Pizarro; y luego varias tallas de Martínez Montañés y un montón de obras de arte. Y la cripta de los arzobispos de Lima. Y exposiciones de arte sacro. Y... Un poco saturado, mi mente se va a las humildísimas capillas de los pueblos que conocí el verano pasado: Aumuch, junto a Leymebamba, con las garrapatas por la pared de adobe; El Dorado, Zubiate, Molinopampa cerca de Celendín... Cuánta distancia de un Perú a otro, de la urbe superpoblada que trata de aspirar a la modernidad, al mundo rural pequeño y hasta miserable.

Una iglesia y otra iglesia. Una, rica y poderosa; otra, precaria y siempre empezando. Una, atiborrada de arte e influencia; otra, un sombrajo casi marginal, como en Yerbabuena, donde les robaron la campana y estaban desolados los pobres. De la catedral fui al Señor de los Milagros, y de ahí a ver a Juan Bosco. Su estatua es de bronce y está a la entrada de una magnífica basílica en la plaza Bolognesi. Él representa mi historia y mi raíz. Pasión, capacidad de amar y soñar, trabajo. José Antonio Bejarano.

- "Bienvenido", me dijeron Ignacio y Juan nada más verme asomar. "No tengas miedo y confía, que acá estarás muy bien".
- Es que otras veces ya salió mal - respondí yo.
- "Ya, ya... Pero ahora es cosa de Él. Tranquilo" - dijo Juanito.
- "Déjate llevar" - añadió Iñaki.

Me han recibido con cariño. Pero Él ya estaba antes, esperándolos a ellos y a mí.

12 comentarios:

Manuel Carlos dijo...

Tranquilo,dejate llevar.

Paco Sayago dijo...

Tú mismo lo indicas: Déjate llevar... y todo irá según Él vaya indicando.
Un abrazo grande, hermano

Paco Sayago dijo...

Por fin creo que he aprendido a hacer comentarios en tu blog, jajajajja.
Has tenido que irte a Perú para que yo aprenda, jejeje.

Un abrazo más, amigo César.

Anónimo dijo...

Hola Cesar ya veo que estas bien. Deja llevar como tu dices , pero con Jesus y su Iglesia pobre que es la que el gustaria que todos siguieramos y yo se que es lo que ati te gusta. Un abrazo amigo.

Enrique dijo...

Hola Cesar ya veo que sigues con tu ritmo de Fe y vida. Como tú dices, déjate llevar por El y seguro que todo te saldrá muy bien.
Sigue con tu forma de hacer Iglesia. El te ayudará.
Un abrazo

Pepa dijo...

Hola César¡Cuánto me alegra que estés escribiendo tus primeras vivencias por Perú y podamos compartirlas!.Adora y confía.Un abrazo.Pepa.

Autóctono dijo...

Hola César!que alegría volver a leer tus entradas en el blog desde tierras lejanas.
Un abrazo amigo

Anónimo dijo...

Hola mi querido amigo!! Que bien que ya ta compartas con nosotros tus vivencias, así parece que estés ahí mismo, confía en El, conociéndote, se que todo te irá bien, un abrazo

Tere dijo...

Lo de "anónimo" pa que? Soy Tere jajaja

Anónimo dijo...

César, mucho ánimo y mucho cariño desde el norte. Deja que la Virgen te ayude y dejate querer por tus nuevos conciudadanos. No tengas prisa porque salgan Cosas, "fuera de casa" primero hay que ver, observar y aprender a amar Estas nuevas vivencias.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Cesar:
Sigue contándonos tus cosas para poder seguirte. Estas en nuestros pensamientos. Como te dirían por aquí por santana, vaya usted con Dios.
Un abrazo.

blasi dijo...

Querido Cesar
qu alegria saber qu ya empezast tu andadura por esas tierra.
Tu no necesitas iluminacion divina porqu tu lo iluminas todo alla donde estes.un besazo