martes, 11 de diciembre de 2012

EL SÍNDROME DEL PIN-BALL


Hay días, como éste, que me los paso de un sitio para otro sin parar, como las bolas del antiguo pin-ball, ¿os acordáis los de la EGB? Y, oyes, es un poco agotador. Para que luego me digan algunos listillos que no saben a qué nos dedicamos los curas de pueblos chicos.

A las cuatro en un lao, a montar el estalache del belén de la parroquia, ¡poiiiinng!; a las cinco al otro lao, a catequesis de confirmación, ¡poinnnnng! Que por cierto, como me han vuelto a dejar medio solo, en vez de poing suena aquel "brrrrrrr". Así que he llegado tarde de nuevo a Santa Ana a las seis, donde tenía que darle a dos lucecitas: el equipo de Cáritas (poing, poing, de esos sitios donde la bola se ponía a rebotar, poing, poing, poing, poing) y el ensayo del belén viviente. Y ahí... ¡1000 puntos, POING! Porque al abrir la puerta del salón parroquial me encuentro con esta estampa:





Maaaadre, ¡más de 70 niños en la parroquia!, y yo con estos pelos.

Claro, me he puesto a hacer fotos y he escuchado a mi espalda a una madre graciosilla: "aprovecha, que a ver cuándo te ves en otra igual". ¡Jejejeje!


Yo me quería quedar en vez de rebotar a la reunión de Cáritas, pero ya me han dicho que era yo peor que los niños de lo revuelto que estaba... Con los niños se te quita tó
Como lo de Cáritas era muy serio y daban las siete, me tocaba irme de nueeevo al otro lado, a oootra reunión esta vez del Consejo de Pastoral vallero. Al principio, arropados hasta las orejas, no podíamos empezar porque no estábamos ni la mitad del grupo; hay golpes de la bola que desgastan tela, y a veces que incluso te precipitan en el agujero y pierdes la partida.

Pero aún quedaba el último viaje patrás (los franceses llaman a esto "faire la navette"). Con pocas luces ya, y algo aturdido, me ha tocado ir a cerrar la parroquia, porque la llave ha caído en acto de servicio durante esta tarde trepidante. Y allí estaban esperándome tres supervivientes de la útima reunión de hoy, que era de la hermandad de la Virgen de los Dolores. Nos hemos estado riendo un ratillo antes de dar por concluida la partida de hoy. Mañana será otro día. Excepto para nuestro compañero Poli, voluntario de Cáritas, que ya disfruta de los colores del cielo. Sé que eso me pesaba hoy cuando hacía de bola loca y me aplasta ahora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues el mejor deseo es que sigas con esas ganas de reunion en reunion. Poing. Alimentandonos con tu fe. Sigue asi. Poing.

C. Muñoz dijo...

Pues mira que me gustaban a mí esas maquinitas. La verdad es que está muy bien expresado. Yo hoy he estado de imprenta a obispado, de allí Casa de la Iglesia, de allí, otra imprenta, de allí a preparar comida, de allí a pueblo chico, tres reuniones, de allí a pueblo grande, misa, de allí ... al hoyo, o sea a terminar un par de cosillas para mañana ... más imprenta. A ver cómo está mañana el muelle ...

C. Muñoz dijo...

Oye, esta no la podemos meter en eso que tenemos pendiente? Es que es muy buena ... Cuanto más la leo, más me gusta.