miércoles, 19 de septiembre de 2012

JUAN ROMÁN - JOHN ROMAN -JEAN ROMAIN - GIOVANNI ROMANI

Iván Romanov - Huan Huan - Jon Romanabeitia - Joao Romanao - Hans Romanagher

No se te va a olvidar, Juan, el día en que murió Carrillo; ni a tu equipo, ni a tus amigos. Carrillo tenía ya 97 años y hace tiempo que veníamos comentando que ffff, que tenía pinta de durar poco, pero nos ha pillado desprevenidos este 18-S. Aunque estamos algo aturdidos no tengo dudas de que sabrás conducirte bien en esta situación, porque un caballero sabe cómo gestionar las pérdidas.

Quiero decirte (y debería haberlo hecho cuando Carrillo mostró los primeros síntomas) GRACIAS. Me has ayudado mucho, y a lo mejor no te has dado cuenta. Desde aquella primera reunión de los responsables arciprestales de jóvenes en Mérida, ¿te acuerdas? "Juan, si esto va a ser lo que ha sido hasta ahora, no cuentes conmigo", jejeje. Qué claridad, pero qué orejas tan effetadas las tuyas para comprender, para reaprender, para poner en cuarentena tus esquemas de "la otra vez" y estar dispuesto a cambiar puesto que el momento era otro. Aquel día me hiciste sentirme importante (vaya palabro). Porque tú, Juan, eres un hombre humilde, logras que a tu lado el otro se sienta grande.

Luego vino aquella tarea tan concienzuda de reflexión: en todos mis años de trabajo con y por los jóvenes nunca creo haber participado en un proceso tan valioso. Siempre me sentí escuchado, mis criterios tenidos seriamente en cuenta; dejé de ser raro, era uno más de tu equipo, gente ardiendo de pasión por los jóvenes, de convencimiento y compromiso. Noté una sintonía refrescante, yo podía ser el de siempre, con todo mi bagaje, "en mi elemento"; y tú moderando, encauzando, pilotando aquel camino sabiamente, con gran talento, el que todos te reconocemos.

Y "parimos" el proyecto diocesano; y yo me marché aquel verano a Níger (perdiéndome lo de nivel 1 y nivel 2, luego hubo que explicármelo...). Y volví hecho polvo, sintiéndome fracasado, roto y humillado; fue probablemente el peor momento de mi vida. Me fui a Monesterio, ¿te acuerdas? Te llamé por teléfono, "¿podría todavía apuntarme al Forum de PcJ?" - "¡Claro que sí, tú te vienes con nosotros!". Fue como cuando Jesús toca el ataúd del chaval, aquello hizo sonreir a mi corazón, para mí el Forum es un símbolo de revivir... Y luego me llamaste tú, me dijiste que "sigo contando contigo para trabajar en la Delegación": me ayudaste más de lo que te imaginas y no sé cómo agradecértelo desde entonces.

Todo este tiempo, estos últimos años me he partido la cara por el trabajo en PJ, por la Delegación. Lo he hecho por los jóvenes, claro, pero también por afinidad contigo y con todo el equipo, por coincidir en planteamientos, luchas, ilusión... He disfrutado de esa preciosa complicidad pastoral. En todo momento lleno de agradecimiento a ti y admirado de tu categoría personal: ¡es un privilegio trabajar contigo! Me pareces un portento en inteligencia y cualidades.

Vale, ya me paro. Porque se que no te gustan los protagonismos y no hablas nunca mucho de ti. Pero quizá hoy es mejor momento que otros para decirte GRACIAS, no la espicha Carrillo todos los días.

PS: Huan Huan es en extremeño.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estos años han sido una aventura apasionante en la que he tenido la suerte de formar parte desde el minuto uno. Yo también estuve en esa reunión de Mérida.
Un proceso envidiado por muchas diócesis, lo se porque he tenido la oportunidad de hablar de el a mucha gente fuera de nuestra diócesis.
Con una visión profundamente eclesial y de comunión y sobre todo con una apuesta decidida por los jovenes.
Hoy, toca agradecer a Juan que haya sido la cabeza de todo el proceso, por los dolores de ídem que le hemos dado, por los pasos que el mismo ha ido dando, por los buenos momentos de risas alegrías, por los momentos de tensión que siempre ha sabido llevar, por ver todo lo positivo de cada uno de nosotros y sacar lo mejor de nosotros...por todo...Muchas Gracias Juan!
Nacho.

Anónimo dijo...

el titulo suena a "papado"