viernes, 4 de septiembre de 2015

ORGULLO Y TEMBLOR


Primero fue Religión Digital: con temor y temblor acepté la invitación a escribir allí una columna (ver 20 de enero de 2011). Luego vinieron Militante, la web Acompasando... y ahora Iglesia en Camino, el semanario de nuestra diócesis de Mérida-Badajoz, fundado por D. Antonio Montero. Su director, Juanjo Montes, me sugirió colaborar. Y yo acepto con orgullo y temblor.

Se trata de una sección llamada "Historias de fe y de vida" en la que me iré turnando semanalmente con Manolo Lagar, capellán del hospital de Mérida. He quedado con Juanjo en escribir textos de unas 500 palabras a través de las que dejaré retazos de mi aventura peruana, trozos de vida en estos pueblos, con esta gente y estos jóvenes. Serán como entradas de mi blog impresas en las páginas de la revistilla diocesana. Y contadas también de viva voz, puesto que junto con el relato escrito enviaré un audio que será emitido en el programa "El espejo de la Iglesia Docesana" de COPE Badajoz, los viernes a las 13:30 en el 1269 AM y 87.6 FM. Casi .

¿Que cómo me siento? Por un lado, tembloroso o una mijita espantado ante la idea de que muchas más personas van a leer y escuchar mis historias en los medios diocesanos. La gente se lleva Iglesia en Camino de las misas de los domingos, y mi padre lo tiene siempre en su measa. No sé si afectará a la espontaneidad o frescura de lo que empezó siendo un ramillete de mensajes en una botella escritos para mí mismo... espero que no. Ojalá que el pudor no me apabulle ni esta pequeña notoriedad me infecte de vanagloria, espero que tampoco (no es para tanto).

Pero también hay en mí un gran orgullo. De formar parte de la comunidad diocesana de Mérida-Badajoz a pesar de la distancia; de tener la oportunidad de ser cauce de comunicación de mis dos iglesias; de poder hacer de testigo de la misión y posibilitar que mis paisanos se sientan parte de esta aventura de fe y Evangelio. Argumentos de calibre, pero también me siento orgulloso simplemente de transitar por Iglesia en Camino como un diocesano más, después de años siendo provisional y nuevo; y, por supuesto, privilegiado por compartir mi vida y arrancar alguna sonrisa, que es algo tan vital como el plato de arroz con pollo.

Podréis verlo en el enlace de la web de la diócesis que engancha con la hojilla: http://iglesiaencamino.com/. Y, por supuesto, las peripecias de allí antes habrán aparecido aquí, como ocurre con RD: Kpayo es la fuente.

Así empieza: "Trataré de expresar cómo me siento acompañado en medio del caminar de este pueblo peruano pobre y esperanzado, cómo intuyo el paso de Dios, que sabe a azúcar de caña, que es amable como el cafesito y dulce como la piña, y que quiere una Iglesia con las puertas abiertas de par en par, como las casas de nuestros pueblos extremeños".

3 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bonito comienzo. Y no te preocupes, esto para ti es pan comido. Un abrazo.

Unknown dijo...

Muy bonito comienzo. Y no te preocupes, esto para ti es pan comido. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Algo tendrá el agua, cuando la bendicen, dice el dicho.

Pues eso, que si te han encargado encomendado escribir ahí también es por algo. Por el número de gente que te seguimos, porque tus lecturas son amenas, divertidas, y también conmovedoras.
Porque también nos ayudan a ver otras realidades distintas a las nuestras, y casi siempre mas duras.

Me alegro mucho que te hayan encomendado también escribir en Iglesia en Camino, pues así llegarás a mucha mas gente. Tú "solamente" sigue escribiendo hasta ahora (que no es nada fácil).

Saludos, Jesús Portillo