miércoles, 21 de agosto de 2013

ADIÓS A CHACHAPOYAS

¡Mira que me gusta Chachapoyas! ¿Por qué será? Tiene como un encanto especial... la plaza... la catedral... los balcones de aspecto colonial... su gente... la monja con zapatillas de deporte... Que está aquí a mi lado escribiendo estas palabras.


He pasado dos días magníficos y bien cuidadito, engreidito, eh?? Jejeje! Katy dice que tengo que volver, jeje. Ya veremos. A mi profesora de etnografía Toñi Castro le encantará ver Kuelap, que no es una fortaleza, es una ciudad edificada sobre una plataforma de piedra construida a más de 3000 metros. Imponente. Los restos más relevantes de la civilización Chachapoyas, una cultura milenaria liquidada por el inca y la colonización a mediados del siglo XVI. Toñi, ve sacando los pasajes que esto merece la pena:


¿Y qué decir de la jornada de hoy? Dos horas de una caminata preciosa, en un paraje natural que te aturde por bello, hasta llegar a una caída de agua de más de 700 metros, la tercera mayor del mundo. Te quedas sin palabras ante tanta belleza. Es como si Dios soltase una carcajada, chasquease los dedos, hiciese un truco de magia o guiñase un ojo. Qué cosa más espectacular, qué belleza, el silencio que rodea al agua cayendo es algo magnífico, se me acaban los adjetivos.

Mamen, ¿te vale la foto o no? Katy dice que a ver si le dices algo, eehhh? "Las zapatillas todavía me duran" - dice.

Dentro de un rato agarro el "Virgen del Carmen" y me voy a Celendín. De hecho tendría que estar haciendo ya la maleta. Será que me resisto a marcharme de Chachpoyas... Seguro que sí.


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