GRACIAS A MIS AMIGOS vol. 3

Yo sigo con lo mío. Gracias a mis amigos "Retoños de encina": Luci, Morke, Lourdes y Mamen Torralba, que salen muy guapas en la foto (de la boda de Ana Belén, ¿no?). Me habéis ayudado mucho, más de lo que pensáis. Apreciándome, creyendo en mí, cuidándome y compartiendo inquietudes por Cáritas, respirando el mismo aire de solidaridad. Nos vemos el domingo, ¿no?

 

Celia Padial es una vieja amiga de la época de Granada. Nos conocimos montando el oratorio salesiano de Maracena y luego viví su momento más duro, la muerte repentina de su padre. Me siento muy querido en su casa, por toda su familia. Celebré su boda con Carlos y pronto bautizaremos a Elena, su segunda hija. ¡Gracias, familia, por un cariño tan duradero!

 

Otra parejita son Ana y Curro, pacenses que viven en Sevilla. Se casaron el 7-7-07, ¡qué día! Ana y yo no nos hemos desconectado ni cuando pasó un año viviendo en la helada Minnesota. Me invitó a la defensa de su tesis doctoral, muy interesantes sus estudios sobre los bichos que degradan el suelo... Gracias por los incontables detalles y los bonitos momentos que hemos pasado juntos.

 

Gracias también a Natalia y Juancho, amigos y compañeros en mis últimos años de estudios, y que compartieron la ilusión por la ordenación de cura. ¡Cuánto hace que no nos vemos! Pero ¡cuánto nos queremos! Natalia me supo comprender en mis momentos grises, con su instinto de "madre de tós", ¡eres un encanto!

Ángela Escudero me adoptó cuando, algo perdido, aterricé en Carmona para ser profesor de educación física, de francés, de apoyo... Qué momento más crítico y cuánto me ayudó Ángela a situarme, a encontrarme. Incluso a instalarme en el piso de la calle Torre Blanca, junto a la Macarena. No sé cómo podré pagar todas tus atenciones, tu generosidad... Gracias, de verdad.

 

No puedo olvidar a los gaditanos: Jose Fedriani, Auxi de la Jara, Mari Carmen Dodero, Pepa y Paco, y, por supuesto, mi Carmela. No pasa de este verano que haga una escapada a la Tacita para que nos veamos y charlemos. Gracias por haber estado siempre ahí.

 

Y a quien veré hoy es a Pili Yonamine, esa persona especialísima, llena de sabiduría, de humildad y de ternura. Gracias por escucharme y confiar en mí. Esta noche, una copita para celebrarlo.