Ese pequeño trozo de vida-fuera-de-la-vida que es el Camino de Santiago te deja como ensimismado y silencioso, además de reventao (yo volví hace un par de días). Y con la impresión de haber aprendido mucho en poco tiempo y sin palabras, a base de pasos; y la secreta convicción de que nada va a ser ya como antes, empezando por mí. Una seguridad que casi se puede saborear en la boca.
Caminar en compañía es hermoso, trabajoso, bullicioso, alegre y por momentos fastidioso. Es más lento que ir solo, se anda con más ataduras, y también con más ayuda; el peso se reparte y tu mirada se ocupa del otro, de sus dolores, sus cansancios, sus ampollas o su mochila, de darle un trozo de plátano o una barrita energética que guardas "pa por si". Porque quien va a tu lado es, camino de Compostela, más importante que tú mismo; pues precisamente el Camino consiste en buscar el bien de tu compañero antes que el tuyo propio. Todo camino, toda vida: ésta es la regla de oro que se ha hecho piedra, sudor y luna en mi viaje.
Porque salíamos muy temprano (para no quedarnos sin sitio en el albergue, tan industrializado está el Camino...) y andábamos la primera hora y media antes del amanecer, buscando con pequeñas linternas las flechas, las conchas y los mojones. El último día caminé ese rato solo... ¡qué facil es perderse en la oscuridad cuando estás solo! Qué sencillo equivocarse en la desolación, como dice San Ignacio. Y qué bien sabido lo tengo...
Las señales resplandecen generosas cuando te las muestra quien te ama. Hasta aquí he llegado desde aquel primer Camino, en 2004... ¡cuántas cuestas, tropiezos, heridas, extravíos, cansancios, risas, trsiteza y felicidad desparramada en la etapa! Todo lo dí por bueno esa madrugada, con mi luciérnaga en la mano. Y ya no tuve tiempo más para mí, porque los últimos pasos hasta la catedral fueron regados con las historias de vida de mis compañeros, su confesión sincera con la mochila al hombro, caminando cada cual con su peso: nuestro amigo Paolo, la valiente Ana, Toni F., Nena, Ana "la de la agencia", Toni D., los mañicos Sara y Miguel, Mari, Carmen y Fernando.
Nada más salir a concelebrar en Santiago, escuché los nombres de mis pueblos - Valencia del Ventoso y Valle de Santa Ana -: ¡qué emoción tan grande, qué orgullo! Los lugares, las gentes, por donde he caminado, donde he aprendido a ser quien soy... el corazón a borbotones, las lágrimas incontenibles. Noto que se cierra un ciclo. Gracias, Dios mío por darme tanto; me siento preparado para lo siguiente, los compañeros que me quieras arrimar al camino. Tengo mi concha, un cantar en los labios y una estrella en la frente.
lunes, 27 de agosto de 2012
jueves, 16 de agosto de 2012
EL EFECTO MARIPOSA
Su nombre proviene de las frases "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" (proverbio chino) o "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo". Hasta aquí la wiki.
No logramos cambiar nada dando una charla de hora y media en un pueblo de 400 habitantes. Pero al menos intentamos prender algo dentro de alguien, provocar un pequeño paso adelante, un modesto atreverse a moverse, a probar algo diferente. Aquella noche conocí gente que nunca había visto, sencillamente porque nunca han venido a la parroquia, ni yo he ido a su casa; ya es interesante que hayan participado en algo de la iglesia, organizado por la parroquia... pero no una catequesis o una misa, sino algo que trata de "lo suyo", que pretende conectar con lo más cotidianamente crudo: el paro.
Piedad condujo y regresó ya de noche a Badajoz... |
La imagen da un poco de calor por los abrigos, y es que es de abril. En ella se ve a Piedad, trabajadora de Cáritas Diocesana, dando una charla sobre el empleo en Valle de Matamoros a veintitantas personas. Nada menos.
El efecto mariposa es un concepto que hace referencia a las posibilidades de cambio dentro de la teoría del caos. La idea es que, dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema caótico, la más mínima variación en ellas puede provocar que el sistema evolucione de formas inesperadas y variadas. Porque una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, puede generar un efecto considerablemente grande a medio o corto plazo de tiempo.
Su nombre proviene de las frases "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo" (proverbio chino) o "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo". Hasta aquí la wiki.
No logramos cambiar nada dando una charla de hora y media en un pueblo de 400 habitantes. Pero al menos intentamos prender algo dentro de alguien, provocar un pequeño paso adelante, un modesto atreverse a moverse, a probar algo diferente. Aquella noche conocí gente que nunca había visto, sencillamente porque nunca han venido a la parroquia, ni yo he ido a su casa; ya es interesante que hayan participado en algo de la iglesia, organizado por la parroquia... pero no una catequesis o una misa, sino algo que trata de "lo suyo", que pretende conectar con lo más cotidianamente crudo: el paro.
Me acuerdo de lo que siempre cuenta Pepe Moreno: "este hombre nunca viene a la parroquia - ¿a qué se dedica? - es ganadero - ¿le has preguntado alguna vez por sus vacas? - no - pues si tú no te interesas por sus vacas, ¿cómo va él a interesarse por tus misas?". Pues sí. ¿Podrán estas pequeñas cosas generar una avalancha de esperanza, solidaridad y cambio? No lo sé; pero creo que, si se pudieran provocar tsunamis de transformación, tendría que ser desde abajo, a la altura de las alas de una mariposa.
lunes, 13 de agosto de 2012
GOLPES DE MIS SOBRINOS II
Los poderes de "Superman-guitos" |
Por un lado tenemos a Nano (3 años), llamado Super-Manguitos en los juegos de por la tarde (en la ducha les salía arena hasta por las orejas); resulta que el otro día se come un chupa-chups que se conoce que estaría un poco revenío y dice que "mamá, el chupa está malo. Y malo en inglés se dice carucao". Jejeje. Porque lo suyo este año han sido las traducciones simultáneas; por ejemplo, dice: "¿Sabes qué, tito? Deporte en inglés se dice juegos olímpicos", jejejejeje!!!!
Su hermana Pilar, la princesa, de 5 años, pasa a menudo de jugar al fútbol. Así que una tarde, en medio de uno de los partidos playeros de sus primos y titos, aparece en medio de "la cancha" totalmente desnuda (su madre le habría quitado la braguita para hacer pipí, supongo) diciendo que ella quiere jugar; y los primos inmediatamente: "¡¡pero no, no se puede jugar así, tiene que ser con ropa!!". Y ella, corriendo desconsolada, con los brazos en alto en un grito desgarrador: "¡¡¡pero ¿por qué, por qué? No es juusto!!!". Jajajaja. Qué lógica aplastante.
Y queda Guille, que con 6 años es un capítulo aparte. Se pone como todos los días a hacer las tareas inhumanas que las madres les ponen (cuentas, dibujar, escribir diarios de Anna Frank...), yo sentado con ellos después del desayuno. Empezamos a hablar de "a qué colegio vas, si está muy lejos", etc. Guille absorto me pregunta: "Tito, tú ¿a qué cole..?" - cae en la cuenta de su error y rectifica: "¿Tú dónde trabajas?" - Y sin levantar la vista del cuaderno de sumas sin llevarse, se contesta a sí mismo: "Ah, sí, tú le hablas a mucha gente..". Jajajajaja!!!!
Lo de mis sobrinos se merece una sección casi fija en mi blog. Yo es que me escachurro.
jueves, 9 de agosto de 2012
DESPEDIDA DE MANOLO CHACA
Llevamos muchas semanas echando de menos a Manolo Chaca, preocupados por él y notando su ausencia en nuestro pueblo; sabiendo que estaba muy mal pero siempre confiando en que se iba a recuperar. Por eso no nos podíamos imaginar este momento y todavía ahora no nos lo podemos creer y no tenemos palabras.
Pasar por el ayuntamiento y no ver a Manolo se hace muy extraño. Todos hemos tenido la oportunidad de que nos atendiera en cualquier asunto, siempre con buen trato, con afabilidad y humor. Llevaba muchos años en su puesto y formaba parte de la familia de nuestro pueblo como un servidor bueno y fiel a quien Dios habrá dicho: “pasa al banquete de tu Señor”. Lo vamos a echar de menos porque todos le queremos.
En la parroquia Manolo también tiene su sitio, y también lo echamos de menos. Tantos domingos ha celebrado la Eucaristía, tantas veces ha acudido a reuniones del Consejo de Pastoral levantando acta con su estilo peculiar, aportando lo mejor de sí mismo, como era él, tranquilo (me enseñó la expresión "no pasa un pelo"), fiel en lo poco; por eso le habrán confiado lo mucho, “pasa al banquete de tu Señor”.
Pero sobre todo tiene Manolo su lugar en la vida de cada uno de nosotros, y especialmente en el amor de su esposa y de sus hijos. No podemos comprender por qué ni con toda la fuerza y el cariño de una familia, de un pueblo entero, somos capaces de doblegar a la muerte; es un misterio que la vida de Manolo, que tenía tantas cosas que hacer, haya acabado prematuramente. Sí sabemos que su Señor nunca lo ha abandonado, ha estado con él en vosotros; y lo ha hecho sentarse a su mesa, y le ha dado un corazón nuevo: un corazón que no falla y que no dejará de latir de amor por vosotros. “Bien, siervo bueno y fiel; pasa al banquete de tu Señor”.
Pasar por el ayuntamiento y no ver a Manolo se hace muy extraño. Todos hemos tenido la oportunidad de que nos atendiera en cualquier asunto, siempre con buen trato, con afabilidad y humor. Llevaba muchos años en su puesto y formaba parte de la familia de nuestro pueblo como un servidor bueno y fiel a quien Dios habrá dicho: “pasa al banquete de tu Señor”. Lo vamos a echar de menos porque todos le queremos.
En la parroquia Manolo también tiene su sitio, y también lo echamos de menos. Tantos domingos ha celebrado la Eucaristía, tantas veces ha acudido a reuniones del Consejo de Pastoral levantando acta con su estilo peculiar, aportando lo mejor de sí mismo, como era él, tranquilo (me enseñó la expresión "no pasa un pelo"), fiel en lo poco; por eso le habrán confiado lo mucho, “pasa al banquete de tu Señor”.
Pero sobre todo tiene Manolo su lugar en la vida de cada uno de nosotros, y especialmente en el amor de su esposa y de sus hijos. No podemos comprender por qué ni con toda la fuerza y el cariño de una familia, de un pueblo entero, somos capaces de doblegar a la muerte; es un misterio que la vida de Manolo, que tenía tantas cosas que hacer, haya acabado prematuramente. Sí sabemos que su Señor nunca lo ha abandonado, ha estado con él en vosotros; y lo ha hecho sentarse a su mesa, y le ha dado un corazón nuevo: un corazón que no falla y que no dejará de latir de amor por vosotros. “Bien, siervo bueno y fiel; pasa al banquete de tu Señor”.
domingo, 5 de agosto de 2012
CREADORES DE SÍMBOLOS
Las últimas bodas me han hecho caer en la cuenta de cómo la gente compone espontáneamente nuevas semánticas para expresar experiencias vitales clave, como el matrimonio o la muerte; símbolos y ritos que aparecen probablemente porque los elementos y gestos propiamente religiosos están desconectados del universo cultural de comprensión cotidiano, y reducidos a menudo a piezas de museo.
Los preparos propios del evento están atravesados por mil tradiciones de distinta antigüedad: el secreto del vestido de la novia, las bromas de contenido sexual "de obligado cumplimiento" en las despedidas de soltero-a, la pedida de mano (donde incluso los regalos están establecidos) y hasta la tarjeta y su entrega.
En medio del maremágnum de detalles que traen con la lengua fuera a la pareja, llega el momento de preparar la ceremonia. La elección de las lecturas y demás textos suele pasar sin pena ni gloria: la carta a los Corintios, las peticiones, los anillos... ¿Hay que confesarse? Pues nada, no se hable más... Un rito vacío, del que los novios tienen algún remoto recuerdo de los tiempos prehistóricos de la primera comunión, un silencio, un no tener ni idea de qué decir; un momento algo embarazoso y tú tratando de quitarle hierro al asunto... Reciben la absolución (alguno, cuando levantas las manos para imponérselas, cree que son para chocarlas como los jugadores de baloncesto cuando encestan) y otra cosa hecha.
Cuando se van los novios llegan los hermanos y los amigos. Y quieren leerles algo más "personal", y redactan unas palabras que tú les dejas leer al principio de la celebración, o al final... No son tan brillantes como el Cantar de los Cantares, pero son "suyas". Y el coro quiere cantar mire usté una canción mú bonita después del consentimiento; no es litúrgica (¿qué significa eso?) pero transmite perfectamente la emoción del momento, conecta con la sensibilidad de los participantes y los hace meterse en el meollo de lo que allí se realiza. ¿No valen para esto los símbolos?
El pan y el vino, las vestiduras litúrgicas, los colores, los vasos sagrados y otros objetos están vacíos de contenido, desgastados por la utilización repetida y ciega, desprovistos del poder de simbolizar, de la capacidad de ser vehículos emocionales de una experiencia humana compartida. Por eso, aunque sea una boda sin misa, no es raro que aparezcan cosas que se ofrecen: una jeringuilla si los novios son médicos, una pizarra para los maestros, etc. Es una especie de ofertorio laico. Porque las personas necesitamos símbolos y ritos, y los construimos, que por algo somos homo sapiens.
Lo que me ha parecido más curioso es lo del paseillo: los novios viven juntos hace tiempo, pero para vestirse y salir hacia la iglesia se va cada una casa de sus padres. Qué gracioso: un auténtico rito formado a partir de lo que era lo normal en tiempos. Y luego lo del arroz; nadie sabe bien pa qué es, pero siempre lo barren los mismos.
Los preparos propios del evento están atravesados por mil tradiciones de distinta antigüedad: el secreto del vestido de la novia, las bromas de contenido sexual "de obligado cumplimiento" en las despedidas de soltero-a, la pedida de mano (donde incluso los regalos están establecidos) y hasta la tarjeta y su entrega.
En medio del maremágnum de detalles que traen con la lengua fuera a la pareja, llega el momento de preparar la ceremonia. La elección de las lecturas y demás textos suele pasar sin pena ni gloria: la carta a los Corintios, las peticiones, los anillos... ¿Hay que confesarse? Pues nada, no se hable más... Un rito vacío, del que los novios tienen algún remoto recuerdo de los tiempos prehistóricos de la primera comunión, un silencio, un no tener ni idea de qué decir; un momento algo embarazoso y tú tratando de quitarle hierro al asunto... Reciben la absolución (alguno, cuando levantas las manos para imponérselas, cree que son para chocarlas como los jugadores de baloncesto cuando encestan) y otra cosa hecha.
Cuando se van los novios llegan los hermanos y los amigos. Y quieren leerles algo más "personal", y redactan unas palabras que tú les dejas leer al principio de la celebración, o al final... No son tan brillantes como el Cantar de los Cantares, pero son "suyas". Y el coro quiere cantar mire usté una canción mú bonita después del consentimiento; no es litúrgica (¿qué significa eso?) pero transmite perfectamente la emoción del momento, conecta con la sensibilidad de los participantes y los hace meterse en el meollo de lo que allí se realiza. ¿No valen para esto los símbolos?
El pan y el vino, las vestiduras litúrgicas, los colores, los vasos sagrados y otros objetos están vacíos de contenido, desgastados por la utilización repetida y ciega, desprovistos del poder de simbolizar, de la capacidad de ser vehículos emocionales de una experiencia humana compartida. Por eso, aunque sea una boda sin misa, no es raro que aparezcan cosas que se ofrecen: una jeringuilla si los novios son médicos, una pizarra para los maestros, etc. Es una especie de ofertorio laico. Porque las personas necesitamos símbolos y ritos, y los construimos, que por algo somos homo sapiens.
Lo que me ha parecido más curioso es lo del paseillo: los novios viven juntos hace tiempo, pero para vestirse y salir hacia la iglesia se va cada una casa de sus padres. Qué gracioso: un auténtico rito formado a partir de lo que era lo normal en tiempos. Y luego lo del arroz; nadie sabe bien pa qué es, pero siempre lo barren los mismos.
ESPAÑISTÁN
Este vídeo sobre las causas de la crisis me pareció a la vez clarificador y divertido. Os lo pongo y me voy a la playa.
viernes, 3 de agosto de 2012
"UN GRAN VERANO JUNTOS" (1ª parte)
Este titulo es en realidad el nombre que le hemos puesto a una serie de actividades que los chavales del grupo de la JEC de mi pueblo ("gente motivada" realmente, ¿no?) están realizando para animar a los niños en el verano; se les ha ocurrido preparar una gymkana, una tarde de juegos en la piscina, campeonatos de fútbol, una noche del terror...
La gracia es que, aunque yo les ayudé al principio, cuando se sentaron a pensar, lo han organizado ellos, lo coordinan ellos y lo llevan a cabo ellos solitos. Yo aparezco a la hora que quedemos con la cámara y santas pascuas. Nada que ver con otros veranos de actividades (por ejemplo "Valencia Joven", en 2005), donde lo hacía todo yo con ayuda de los padres, y era una paliza.
Esta foto es del primer día, que debió ser el 8 o 9 de julio. Tras hacer la inscripción en la Casa de la Cultura y apuntar a más de 25 niños, a la primera actividad (en concreto una gymkana) se presentaron...7. Me hicieron reir los jóvenes con los brazos cruzados o en jarras, las caras de decepción, los gestos de desánimo... ¡Jejejejejeje! Yo me reía y echaba fotos. "Qué gracioso" - dijo alguna; "¡A que jode!?" - dije yo... Fue muy divertido verles probar su propia medicina, una simpática venganza por las tardes de viernes que ellos me han dejado tirado a mí.... Jejejeje!!!
"Esto es así", les dije; "no hay que desanimarse". Y oye, me lo creo cuando se lo digo, de verdad. A los pocos días lo reintentaron con más éxito; pero eso, y lo de los pekibom, lo cuento otro día, oyes, que estamos de vacaciones.