Querido Papa Francisco: un saludo cariñoso desde Indiana, a orillas del río Amazonas, donde nos encontramos los participantes en la Escuela de Formación de agentes de pastoral “Lorenzo Guibord”. Unas 90 personas, entre misioneros y laicos, soñando juntos una Iglesia con rostro amazónico y con rostro indígena; por esa ruta es por donde quiere navegar nuestro Vicariato San José del Amazonas, en Perú.
Tú eres nuestra gran inspiración, Papa Francisco. Sabemos
que formamos parte de tus sueños, y estos días de estudio y capacitación
acudimos con mucha frecuencia a tus palabras y escritos. El Sínodo Amazónico,
que tú impulsaste, el documento Querida Amazonía, y todo este camino
sinodal en que estamos embarcados son una gran luz en nuestro discernimiento y a
la vez fuente de felicidad y energía.
Hace menos de un año terminamos nuestro Plan Pastoral. En él
decimos que queremos ser “una
Iglesia con rostro amazónico, inculturada e intercultural, impulsada por el
Espíritu de Jesucristo en la defensa de la vida, la tierra y la cultura, con
las personas y los medios necesarios para testimoniarle”. Como ves, en este
sueño hay palabras textuales tuyas, porque tus propuestas son para nosotros tesoro
y soplo del Espíritu.
En esta
semana de formación, trabajamos en torno a la importancia capital de los laicos
en el futuro de nuestra Iglesia selvática, y concretamente en el papel de la
mujer. ¿Sabes que, en nuestro grupo, quizá por primera vez, hay más mujeres que
varones? Han venido mamás con sus niños, profesoras, amas de casa, estudiantes…
Todas ellas, junto con sus compañeros, han llegado con la ilusión de prepararse
para servir a nuestro pueblo como Iglesia samaritana y acogedora.
Están
también los indígenas, miembros de algunos de los nueve pueblos originarios que
hay en nuestro territorio. Hablamos de defender las culturas, de dialogar
con los saberes ancestrales, de preservar las raíces, de promover el cuidado, especialmente
de los más vulnerables. Es así como nos has enseñado, querido Papa Francisco.
Gracias.
Nos
formamos especializándonos en diferentes servicios y ministerios que como
Iglesia entendemos que necesita hoy nuestro pueblo: ministerio para el cuidado
de la Casa Común, promotor de derechos humanos, acompañamiento de personas en
situación de vulnerabilidad, catequista, acompañante de jóvenes, animador, ministerio
de la comunión, de la Palabra, de música… Vamos vislumbrando la fisonomía de
nuestra Iglesia vicarial, que desea ser cada vez más sinodal y ministerial, como
tú pides a los católicos del mundo entero.
Tenemos
tanto que agradecerte… Te sentimos como uno de los nuestros, y sabemos que
contamos contigo.
Por favor, envíanos tu bendición; y nosotros también te bendecimos desde este rincón
de la Amazonía peruana, porque bendecir es invocar la presencia bondadosa de
Dios y la protección de su amor. Por favor, no te desanimes ante las críticas,
no siempre leales; ya sabes que el Señor Jesús tuvo muchas, pero eso no le
detuvo en el cumplimiento de su misión. Somos muchos más los que te admiramos
y agradecemos a Diosito el don que eres para la Iglesia y para el mundo.
Ashka
pakrachu, mai moö, deoji, moenxi… ¡MUCHAS GRACIAS, PAPA FRANCISCO!
Aunque nos costó mucho hacernos a la idea de tu marcha, ahora comprendemos que Dios, en su AMOR infinito, te llamó a ti, para formar una iglesia DE TODOS Y PARA TODOS, como no se cansa de pedir nuestro Santo Papa Francisco.
ResponderEliminarEsa iglesia, puede molestar a algunos pero es la iglesia que puede salvar a este desquiciado mundo, ya que, en ella, tiene cabidaTODO el que se acerque al AMOR de aquel que se hizo uno más por TODOS y cada uno de nosotros.
Dios te bendiga y acompañe SIEMPRE
Cuídate mucho, HERMANO DEL ALMA🙏
El caminar de la iglesia que nos marca el concilio Vat. II y es un lenguaje propio, sencillo, del pueblo de a pie.
ResponderEliminarGracias a todos los que continuáis continuáis abriendo Horizontes Cesar un abrazo de una que te conoció por Bagua Grande
ResponderEliminarQué bonita carta! Me encanta!!
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