domingo, 4 de enero de 2015

NOCHEVIEJA INOLVIDABLE


Todavía estamos en 2014 cuando escribo esto, porque son las 11 menos cuarto de la noche en Perú. Me tomé las uvas hace casi cinco horas, a las 6 de la tarde, así que esta Nochevieja me parece larguísima. Pero qué momento más especial; siempre recordaré mi primer fin de año peruano.

Como el 24, me quedé solo un rato grande, suficiente para serenarme, hacerme una ignaciana composición de lugar y comprender que estoy acá lejotes y ellos están juntos en familia, que todos nos echamos de menos y sufrimos, pero que es momento de celebrar el año nuevo y disfrutar que nuestro cariño es transoceánico. Así que, entre una marea de whatsapps, voy en busca de mis uvas de la suerte, hombre.

Mi hermana Berta conecta su flamante Mac y yo me voy a la planta baja a recibir una mejor señal. Quedan 20 minutos para las campanadas, y cuando el Skype furrula, el salón de mi casa de Mérida se cuela y me rodea, con sus sonidos, sus sonrisas y sus olores; y a la vez la pantalla me absorbe, y me encuentro de pronto sentado a la mesa, notando la calefacción y la modorrilla de unos vinitos de más. Es un  milagro que me ayuda prodigiosamente a sentir algo maravilloso, que el Papa llamó el otro día en un tuit "Bendición" (https://twitter.com/pontifexfrases/status/347868838236418049): ¡tengo una familia!

El Mac está colocado sobre la mesa, junto a los turrones. Las caras se suceden en medio de la agitación de los inminentes cuartos, unos y otros van saludándome, sobrinos con las uvas peladas y otros sin pelar, mis hermanas que declaran haberse jincao tres botellas de vermut, "Anne Igartiburu está más mayor, ¿no?", Spiderman de cuatro años parece contrariado por algo y Pilar me enseña presumida su pelo planchado. Suenan las campanadas y voy tragando uvas al ritmo de Susana, porque como me fije en Mª Elena estoy perdido, ni suerte ni .

Su cumpleaños empieza nada más dar las 12, así que en mi casa, más que decirnos "feliz año nuevo" felicitamos a mi hermana y le damos sus regalos, que siempre son ropa porque es un desastre vistiendo cualquier cosa que no sea un chándal y zapatillas de deporte. Nos reímos y brindamos, ellos con cava aragonés (de la misma marca que el extinto vermut) y yo con vino de misa.

Al rato tengo misa con bautizos, así que voy cortando. Pero cuando creía que estaba a salvo de llantos, recibo una llamada ¡de Manolo, el alcalde Santa Ana! Me felicita el año nuevo y envía buenos deseos a los de Mendoza, que se los de yo, que estoy aquí "representando al pueblo". Y aún hace un rato abriré Facebook y veré un mensajillo de otro alcalde, Lorenzo: "César, un fuerte abrazo desde Valencia del Ventoso, tu pueblo". Qué fuerte, qué bonito y qué orgullo.

La Eucaristía es una gozada, pasa en un suspiro. Al terminar, como ninguno de mis compañeros ha llegado todavía, le propongo al profe Echegaray ir a cenar juntos. No hay nada preparado, pero encontramos una lata grande de caballa y otra de sardinas en aceite marca Rianxeira, compramos un par de cervezacas peruanas marca Cristal, y con el pansito tostado y papaya de postre tenemos para platicar rico.

Y ahora, cuando son casi las 12 y la orquesta en la plaza hace vibrar las paredes a cumbiazos decibélicos, se presentan Ángel y Nico de vuelta de la montaña. Están cansados, pero eso no impide que aparezca una botella de whisky para estrenar el 2015 como Dios manda. No me queda otro remedio que intentar dormir en el sofá de la sala, porque mi habitación está anegada de ruido ensordecedor. Me voy a acurrucar en una frazada contento y sereno, saboreando otras ciberconversaciones balsámicas de hoy y los últimos mensajes, que acabo de leer. Cuánto dolor pero cuánta bendición, Diosito. Y mañana me toca Omia: la vida no para. Feliz año nuevo.

2 comentarios:

  1. Pues si fuiste capaz de comerte las uvas de la foto sin atragantarte, y con el nudo en la garganta, tienes la suerte asegurada porque vaya pedazo de uvas!. De nuevo Feliz 2015 y sabes q en la distancia siempre estaremos contigo. Un gran abrazo.

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  2. Feliz Año Nuevo,César.Que Dios te colme de bendiciones en esta experiencia que estás viviendo.
    Abrazos.

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