- ¿Quién es ese hombre que está ayudando a Piocho a quitar las hierbas de la puerta de la iglesia?
- El alcalde.
- ...
Al rato entró a saludar en medio de una reunión del equipo de Liturgia. Que cuando les toca trabajar a estos zagales le cuesta horas extras, que vino para por lo menos enseñarle a coger el cepillo, que desde luego qué se podría hacer para eliminar las palomas, que se cargan los tejados, y está recién puesto, y si llamando Mª Jesús a Medio Ambiente, lo mismo dan permiso, como cuando retiran los nidos de las cigüeñas, etc. etc. etc.
Y es que Manolo Machuca, nuestro alcalde, tiene una facilidad pasmosa para enrollarse. Es famoso porque habla un montón, lo explica todo con pelos y señales, le gusta conversar. Yo creo que muchas veces necesita que alguien le comprenda y le escuche, y aprovecha alguna oreja que él ve atenta para desahogarse, dar salida a las quejas que todos tenemos y que en él son muy especiales.
Porque es un auténtico todoterreno, un hombre que está volcado con su pueblo, que está a todo, para todo, las 24 horas del día, los 365 días del año y muchas veces solo. ¿Se rompe el grifo de beber en el parque? Lo llamas y él se encarga. ¿Hay un tormentón y se inunda el Abanico? Ahí está el primero con las botas achicando agua. Nos ayuda a montar el escenario de la velá de la parroquia, conduce el camión municipal para transportar las luces de Navidad, echa media mañana con los albañiles que están haciendo aceras nuevas, convence a su vecina para que se vaya a una residencia, y si hay una avería eléctrica o se funde la TDT, el teléfono se le colapsa.
No es nuevo: lleva muchos años por su pueblo, metido en los nudos de la política local, tan desagradecida y en ocasiones tan mezquina. Su madera es de viejo sindicalista de fundición, curtido en las mil batallas perdidas de los trabajadores rurales. Es un hombre de abajo que ahora tiene un sillón que no le da tiempo a utilizar porque te lo encuentras constantemente por la calle. Alcalde de pueblo chico, sacrificado, sin aureola, con el peso de deudas, mantenimientos y economías cogidas con alfileres.
Un servidor público sin más pretensiones, honesto y trabajador. Auténtico como antes lo fue Isabel (ver "Elogio suculento" de 17 de junio de 2011), dispuesto siempre a colaborar, a apoyar toda iniciativa que construya el bien común y dé vida a Santa Ana. Hombre humilde al que le gusta estar con todos, ser de todos, ayudar a todos. Y que sabe ocupar su lugar; y si tiene dudas, se le puede aconsejar. Nos hace falta gente como Manolo, políticos cuyo mejor curriculum sea la pasión por su pueblo. Gente que aparque intereses personales, que cuando duerma sueñe con su pueblo y, al levantarse, coja el sacho.
Buena gente, a la que merece la pena votarle y ayudarla hasta donde sea necesario. Un ejemplo a seguir.
ResponderEliminar¡Buen alcalde y buen cura!
ResponderEliminarES UNA PERSONA DESINTERESADA, QUE VIVE POR Y PARA SU PUEBLO Y SOBRETODO ATENTO CON TODOS Y MUY EDUCADO SIGUE ASI QUE SANTANA TE ADMIRA UN BESAZO MANOLO
ResponderEliminarManolo,es un hombre,curtido en mil batalla. En su huerta, de pequeño,en Barcelona, donde se estrenò como padre y en la siderurgia,luchando por sus compañeros...ahora, en su puesto de alcalde, ha sabido acercarnos al ayuntamiento y que sintamos que el ayuntamiento es nuestro, porque a todos se nos escucha por igual.
ResponderEliminar¡Gracias Manolo!