Acabo de hablar con mi amigo y compañero Antonio Herrera, salesiano destinado en Ouagadougou (Burkina Faso). Está recién llegado con la tarea de comenzar una misión nueva en un barrio marginal, después de bastantes años de director de escuelas en Benin y Malí. Hay en sus palabras una emoción, una frescura... que me llegan; y desde mi estrés me siento más pequeño, más inútil y absurdo... Transcribo su EMail, os lo recomiendo.
César, estoy contentísimo. Mira, tras los primeros meses:
- nos quedamos con el terreno que la archidiócesis nos ha dado, en el barrio "non lotis" (marginal, sin reconocimiento del ayuntamiento...) de Belleville, adonde de hecho ya estamos llevando algunas actividades con la gente, sobre todo los niños y jóvenes; son las fotos que te he enviado, si quieres más, tengo;
- no haremos una parroquia, empezaremos por un trabajo con los niños y jóvenes pobres: yo flipo!
- probablemente y de manera progresiva: 1) un Oratorio-centro juvenil bien montado; 2) un centro de aprendizaje dual (oficio-alfabetización), sin diplomas ni historias, atacar el paro; 3) un centro de acogida para niños de la calle... estoy que exploto de alegría; aunque la idea de una escuela primaria planea en la cabeza de mi hermano y de algunos consejeros... aun asi sería muy popular y subvencionada;
¿NO ESTA MAL EEEEEEH?
Bueno, pues ya sabes por qué estoy contento. Vemos las cosas más claras. Me siento verdaderamente en mi salsa. Espero verdaderamente dedicar tiempo cuando vaya a España para presentar a mucha gente el proyecto. Si te parece paso por esos pueblos solidarios en los que tú estás. Ya llevamos actividades con la ayuda de amigos como vosotros y de nuestros familias:
- el Oratorio con más de 150 niños de esos barrios: materiales, actividades....
- ayuda a niños que no se pueden pagar la escuela, ni siquiera la pública, los cuadernos...;
- ayuda a aprendices que no pueden pagar el contrato (ya sabes, como en Kara...);
- entrevistas sistemáticas con servicios de atención al menor y a la juventud: ONGs, asociaciones públicas y privadas... con desplazamientos frecuentes a lugares de la región;
Os agradezco mucho que hayáis pensado en nosotros para enviarnos dineros. Infinitamente. te aseguro César que estamos como en los primeros tiempos de Don Bosco: aparte de nuestra casita de alquiler, la comida... no tenemos nada. No lo digas por ahí porque vamos a pedir una segunda moto: mi madre me ha enviado dinero para comprar la moto que tenemos. Te puedo mandar fotos. El coche es el de Adolphe, el vicario inspectorial que se lo ha reventado bien yendo por toda la región. Queremos venderlo y comprar uno de segunda mano... Vamos a instalarnos poco a poco en el terreno de la diócesis (te mandé fotos?), que no tiene ni agua ni luz. Necesitaríamos un grupo electrógeno.
Ahora vas y lo cascas. No hay estrés ni ná... ¡está efervescente!
César, no me extraña que te ilusiones y motives de esa manera al leer la carta de tu compañero,con tantos proyectos para esa buena gente del tercer mundo, eso demuestra el desvelo que sientes hacia los demás.
ResponderEliminarTodo lo más que podemos hacer desde nuestra situación es apoyar iniciativas tan humanas y solidarias como esta con nuestra aportación y oraciones.
A la gente le gusta saber adónde va el dinero que dan a las ONG, por eso es bueno conocer de todos estos proyectos.La información es muy útil y decisiva para dar.
Un abrazo.
Ole ese Petit Papi weno!!!!
ResponderEliminarGracias por compartir ese email, Kpayo. Me emociona, me motiva, me encanta. Estoy deseando volver, un millón de besossss.
Yo, si que flipo, con personas como vosotros, capaces de dar todo lo que sois y teneis para el otro. Unos desde lejos y otros desde cerca, da igual todos poneis el mismo empeño, que yo sinceramente dudo que pusiera.
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