domingo, 29 de junio de 2014
"¿A QUE TE PEGO UN PUÑO?"
Mi sobrino Nanete no quería merendar. Su tita le ofreció, insistente, varias alternativas:
- ¿Quieres un bocata de chorizo?
- No.
- ¿De jamón?
- No.
- ¿Y un colacao con galletas como tu primo?
- Que nooo.
Hasta que, en un arranque de inspiración, le pregunta: - ¿Te hago una tortillita francesa?
Mi sobrino, levantando la vista, le dice: - ¿A que te pego un puño?
Jejeje.
Pepa fue a comprarse una chaquetina que le cuadrara con un vestido blanco (el de la tienda y ella son ya como de familia...). Se prueba la chaqueta con el modelito de la Comunión, le da varias vueltas, y le pregunta al dependiente: "Será bonita la chaqueta, ¿nooooo?". El otro la mira y le dice: ¡A que te pego un puño! Madre mía, eso es tener confianza con los clientes...
Entro el otro día en una casa y están justo levantando a la abuela a quien iba a visitar.
- Vaya hombre, a lo mejor es un poco temprano para la visita y estoy molestando... me voy y vuelvo otro día- dije yo.
- ¿Molestar tú? - dijo la hija. ¿A que te pego un puño? Siéntate ahí un momento.
Jejeje.
Hace un par de semanas, antes de irme a casa el sábado por la noche, se me ocurre dejarle 20 Euros al bar para aportar a todo lo que nos habíamos trincado (raciones, cervezas, barcelós...). Me ve Enrique a los dos o tres días y me dice: "¿Cómo se te ocurre pagar ese dineral? ¿A que te pego un puño?"
Definitivamente, esta moda de los puños está más "in" que el mundial. Yo también amenazo.
- ¿Y si la parroquia ahora cuando te vayas se viene abajo? - dijo alguien anoche en la asamblea parroquial.
- ¿A que os pego un puño? - dije yo.
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