jueves, 30 de enero de 2014

"YO NO COMPRO AHÍ"

Me acuerdo que, hace varios años, en uno de los pueblos en que he estado, conversaba con una señora acerca del dilema de ir al Mercadona o hacer la compra en los comercios del pueblo. En un momento determinado le digo:
- Usted lo tiene fácil, porque tiene una tienda a 20 metros de su casa.
- Ah, no - me contesta rápidamente -. Yo no compro ahí.

Entonces empezó a explicarme el porqué de ese boicot, que se remontaba a la noche de los tiempos (como en "Astérix en Córcega"); por lo visto había pasado algo con su hijo y con el tendero, que le había dicho nosequé, la mujer fue a aclararlo, hubo una discusión, se medio arregló... y el resultado desde hace años es que "yo saludo, digo buenos días, si les hace falta ayuda y yo puedo pues aquí estoy, no le deseo mal a nadie, pero... yo no compro ahí".

Jajaja. Me recuerda a San Ignacio, que en las Reglas para sentir en la Iglesia habla de la actitud de "alabar" (por ejemplo, en la regla 6ª, alabar "estaciones, peregrinaciones, indulgencias, perdonanzas, cruzadas y candelas encendidas en las iglesias" [358]). Alabar es apreciar desde el respeto, no desde la adhesión. Es estimar algo como válido aunque no lo incorpore a mi vida, porque veo que no es para mí; pero no por eso lo descalifico, ridiculizo o condeno.

Así exactamente me sitúo yo hacia personas, grupos, estilos, convocatorias, encuentros en la diócesis, opciones pastorales, talantes, acciones, iniciativas... Deseo éxito en las ventas, que les vaya bonito y todo les salga como desean... pero "yo no compro ahí". Podrían colgar una foto mía en ciertos despachos, porque no me verán luchando en sus cruzadas o encendiendo sus candelas, fomentando o participando en lo que no me va...  Y eso con deferencia, "alabando", sin rechazar ni sabotear nada. Con claridad y lealtad.

Pero yo no compro ahí.

2 comentarios:

  1. Vaya ... es una actitud repetida. Está bien. Yo la sigo.

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  2. Pues va a ser que yo tampoco compro en muchos sitios y no me había parado a pensarlo...

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