El ser humano ha desarrollado una habilidad extrema para justificarlo todo. ¿Será un rasgo cumbre de la evolución? Quizá; hay más de un homo justificiensis suelto por ahí.
Todo lo podemos justificar aplicando raciones de imaginación y cara dura en partes proporcionales: "es que..."; "creí que...". Recuerdo al maestro que, cuando pillaba a algún alumno intentando dar explicaciones vacías de por qué no traía hechos los ejercicios, decía: "los creíque y los penseque son amigos del no estudieque".
Especialmente patéticas son las justificaciones del tipo "todo el mundo lo hace" (¿eso canoniza inmediatamente lo que tú tratas de dar por bueno sabiendo que está torcido?). Pero la especie más estúpida es la de los "y tú más"; cuando nos defendemos atacando al que nos acusa nos ponemos a su nivel: reconocemos implícitamente que somos tan culpables como él, ¡que hemos caído justo en lo que en él criticábamos!.
¿Que el presidente de tal ha colocado a su primo como chófer personal (por cierto una sinvergonzonería española un tanto chusca)? No pasa nada, los otros hicieron cosas mucho peores, como "esto, esto y esto", hala, toma castaña. ¿Que yo enchufo? ¡Tú enchufaste más! Absurdo argumento recurrente que anuncia próximas catástrofes en forma de pelotazo, y que califica la inteligencia de algunos de nuestros políticos.
Ningún partido tiene la exclusiva de la trampa y el arribismo en su ADN, en todos sitios hay quien se aprovecha y mete la mano; conviene que nos caigamos del guindo para que no nos sorprenda lo que venga. Pero sólo será creíble en su pretendida honestidad quien tenga el valor y la cintura de rectificar.
El referido presidente ha perdido una ocasión única para reconocer un fallo y desfacer el entuerto. Porque lo que engrandece a las personas no es hacerlo todo bien (los mortales metemos la pata constantemente) sino admitir los errores sin justificaciones y sencillamente tratar de corregirlos. Así se gana autoridad moral y derecho de denuncia, y de paso tiemblan menos los bolsillos de los contribuyentes.
Es verdad que ya debería de haber rectificado este presidente con el primo, si todos estamos por el cambio.
ResponderEliminarHay que dar credibilidad con la actitud y el comportamiento, no vale más de lo mismo.
Adelante con tus escritos, son muy interesantes y dicen mucho de lo bueno que hay en tí.
Saludos.