Estoy malito; tengo un señor catarrazo (mocos, oídos tapados, dolor de garganta, malestar general... ¡OKAL!), pero no estoy tan grave como para no poder trabajar un rato, leer, estudiar, escribir en el blog... no está mal del todo caer un poco malito, me levanto más tarde, me relajo... No hay mal que por bien no venga, aunque no puede uno "gatearse el pueblo".
GATEARSE EL PUEBLO es una expresión que emplea Saturnino, un hombre de Los Barrios, padre, abuelo y bisabuelo de 90 y tantos años con el que me llevo muy bien. Él dice que los curas tienen que gatearse el pueblo, es decir, andar de aquí para allá, entrar en las casas de la gente, conocer a unos y a otros, relacionarse con todo el mundo, ser asequibles, cercanos, parte de esta gran familia humana que es un pueblo pequeño.
Saturnino dice que Nemesio así lo hacía y que él ve que yo también lo hago. Y es un orgullo y un piropo que me encanta y que no sé si merezco. Creo que es necesario "invadir" el pueblo, estar en todos los caldos, formar parte del paisaje cotidiano de la gente... y para eso es imprescindible gatearse el pueblo. Y yo me lo paso de miedo cuando lo hago, y aprendo muchísimo.
Pero noy no puedo... porque estoy malito. Ay.
Cuídate y mejórate... que ya tendrás tiempo de gatear cuando te recuperes. ¡Besos!
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